Depende de sí mismo. Para evitar la reclasificación y meterse entre los primeros tres de la zona Andina-Patagonia, Rivadavia tenía que ganar los dos últimos partidos en casa. El primer objetivo está cumplido. Anoche, en un final infartante, venció a Independiente de Neuquén por 74-72 y ahora, con el ánimo por las nubes, recibirá mañana a Deportivo Pérfora de Plaza Huincul y en caso de lograr otro triunfo, el objetivo de esta fase esta fase estará cumplido.
Desde el primer cuarto hasta el tercer parcial, el conjunto Naranja fue muy superior a su rival.Ingresó al último capítulo con una diferencia de 14 puntos. Da Rold se hacía fuerte en la zona pintada, Alberici mostraba destellos de su juego y el “Hueso” Ronco, aportaba sus puntos. Sin embargo, en el final el equipo de Neuquén reaccionó y peleó hasta el final. Pero, el Naranja sacó su chapa de campeón y festejó.