Al principio de la temporada, los medios españoles se preguntaron cómo combinarían tres estrellas del calibre de Lionel Messi , Neymar y Luis Suárez, pero los delanteros de Barcelona se encargaron de forjar una respuesta categórica: es un tridente simplemente perfecto.
Ni siquiera el inabarcable resplandor de Messi es capaz de eclipsar el valor que tuvieron Neymar y Suárez en todas las conquistas de su equipo esta temporada. Las dudas iniciales se transformaron en certezas y muchos aseguran que los tres forman ya la mejor delantera de toda la historia.
Los números avalan la teoría: 122 goles entre los tres durante la temporada. Hasta ahora, la marca estaba en poder del trío formado en el Real Madrid por Ronaldo, Benzema e Higuaín, que en la temporada 2011-12 pulverizó la marca de Eto'o, Messi y Henry al lograr 118 tantos.
Dejaron atrás los 118 tantos de Ronaldo, Benzema e Higuaín, de la temporada 2011/12
El último reto de la temporada para el tridente azulgrana fue la conquista ante Juventus para completar una campaña perfecta tras ganar la Liga española y la Copa del Rey. Es decir, todos los títulos a los que aspiraba Barcelona. De alguna forma, y seguramente nada casual, Barcelona logró la conjunción de todos los astros y la incorporación de Suárez significó el cierre de un círculo.
Y todo a pesar de que la llegada del uruguayo fue polémica. Barcelona pagó más de 70 millones de euros a Liverpool por un jugador con el que no podía contar los cuatro primeros meses de competición por la sanción de FIFA debido a su famoso mordisco al italiano Giorgio Chiellini durante el Mundial de Brasil.
Suárez tuvo que hacer frente a todos los comentarios maliciosos sobre su supuesta tendencia a los mordiscos e incluso algunos lo acusaron de estar pasado de peso. Tras los lógicos problemas de adaptación, el uruguayo despegó y ayudó con goles y asistencias. Nunca antes promedió tantos pases de gol, lo que habla bien de su inteligencia para adaptarse al nuevo medio.
Mientras, Neymar se acostumbró a convivir con los problemas legales por su también polémico fichaje y elevó notablemente su rendimiento respecto a la pasada temporada. Ni hablar de Messi, que regresó a su mejor forma y actualmente nadie discute su reinado en el fútbol mundial después de una temporada memorable.
Barcelona encontró el tridente perfecto gracias, entre otras cosas, a su armonía dentro y fuera del campo. Cuando muchos auguraban un choque de egos, ellos encontraron el lugar perfecto para convivir. El argentino pone el talento, Suárez añade el carácter y Neymar expone la fantasía y clarividencia en el remate. Pero el secreto tiene otra parte. “Tenemos una linda relación fuera del campo”, afirmó Messi.