Nueve muertos y 21 heridos dejó un tiroteo hoy en un centro comercial de Múnich (sur de Alemania), según la policía, que aludió a un acto cometido "probablemente" por un solo autor que se suicidó.
"En el marco de la investigación, hemos descubierto una persona que se dio la muerte", tuiteó la policía, y añadió que "se trata muy probablemente del autor, que actuó solo".
La policía de la ciudad bávara (sur de Alemania) mencionó un "final de la alerta" lanzada al producirse la matanza, aunque se mantenía "prudente".
Los transportes en común volvieron a funcionar la noche del viernes al sábado, según tuiteó la policía bávara. La estación central de trenes de Múnich, que había sido evacuada, reabrió y los trenes que habían quedado bloqueados volvieron a circular.
La canciller Angela Merkel convocó para este sábado una reunión de su consejo federal de seguridad en Berlín para "analizar la situación", indicó la noche del viernes su portavoz.
Según informaciones recogidas por la AFP, varios testigos dijeron que los atacantes eran hombres con rasgos "árabes". El portavoz de la policía no confirmó esta información.
La televisión alemana de información NTV por su parte indicó que según un video aficionado el autor o uno de los autores de la matanza parece proferir insultos racistas antes de disparar, "lo que puede hacer pensar en un acto de un extremista de derecha".
El tiroteo comenzó poco antes de las 16 locales en una hamburguesería, indicó a la AFP una fuente policial.
Según el rotativo Bild, un hombre corrió por el centro comercial, donde disparó a varias personas, antes de huir en dirección a una estación de metro.
La policía de la capital bávara dijo que podría tratarse de un posible acto de "terrorismo", mientras que otro portavoz de las fuerzas del orden en el lugar de los hechos y citado por la agencia DPA advirtió de "una situación terrorista" en curso.
Pánico
Se trata del tercer ataque contra civiles en Europa Occidental en menos de diez días, después del atentado con un camión en Niza (sur de Francia), el 14 de julio, que dejó 84 muertos, y un ataque con un hacha en un tren en Baviera, que se saldó con cinco heridos.
El presidente estadounidense Barack Obama prometió a las autoridades alemanas "todo el apoyo que necesiten", mientras que el jefe de Estado francés, François Hollande, dirigió un "mensaje personal de apoyo" a la canciller alemana Angela Merkel.
El presidente alemán Joachim Gauck dijo estar "horrorizado" por el "ataque asesino" de Múnich, en un comunicado, expresando su solidaridad a las víctimas y a sus allegados.
La policía desmintió que se hubiera producido un segundo tiroteo en otro lugar del este de la ciudad, pese a que supuestos testigos dijeron haberlo presenciado.
"Es el pánico (que hay) en varios lugares de la ciudad", explicó un portavoz municipal.
Los hechos se producen cuatro días después de un ataque con un hacha perpetrado el lunes en Wurzburgo, cuando un solicitante de asilo atacó a los pasajeros de un tren.
Cinco personas resultaron heridas, en concreto cuatro turistas chinos de Hong Kong en un tren y una transeúnte.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este ataque, el primero reconocido por esta organización en Alemania. El gobierno alemán duda, en cambio, de que el EI encargara el atentado.
El ministro de Interior, Thomas de Maizière, había advertido el miércoles a sus conciudadanos de que Alemania "se encuentra en el punto de mira del terror internacional".
"La situación es seria, debemos contar con que en Alemania también se prepare para atentados de pequeños grupos o personas radicalizadas", señaló el ministro en una rueda de prensa.
A unos 500 kilómetros de Múnich, el estado de Renania del Norte-Wesfalia anunció que había elevado sus medidas de seguridad con efecto inmediato.