Un tesoro perdido: Hallan monedas de oro medievales

Un tesoro perdido: Hallan monedas de oro medievales

Las monedas son identificadas como dinares, la moneda oficial del califato fatimí que gobernó gran parte del Mediterráneo entre 909 y 1171 dC.

El hallazgo se dio por accidente a principios de febrero, cuando un equipo de seis buzos deportivos detectó en el lecho marino lo que inicialmente pensaron eran monedas de juguete, cerca del antiguo puerto de Cesárea.

Luego de comprender la importancia del descubrimiento notificaron a la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, por su sigla en inglés). Buzos de la Unidad de Arqueología Marítima de la IAA acompañaron al grupo al lugar del hallazgo y se sorprendieron con lo que encontraron.

"Nos habían dicho que (los buzos) habían encontrado aproximadamente 30 o 40 monedas”, dice Jakob (Koby) Sharvit, director de la Unidad de Arqueología Marina. “Normalmente, eso significa que se ha encontrado un tesoro. Así que regresamos e hicimos una pequeña excavación.

Luego de dos horas, habíamos encontrado algo así como 1.000 monedas”, destaca. “Estábamos impactados, tan increíblemente emocionados... pero cuando se está bajo el agua no se puede hablar. Solo cuando salimos y nos quitamos los reguladores pudimos gritar de alegría”, afirma.

Pero eso fue solo el principio: otras 1.000 monedas fueron recuperadas del sitio el 17 de febrero, lo que ya hace que el hallazgo sea al menos cinco veces más grande que el que hasta ahora había sido considerado el descubrimiento de monedas de oro más grande del país: 376 dinares fatimitas encontrados en la ciudad de Ramala a principios de la década de 1960, posiblemente el alijo más grande de monedas de oro que se había informado en el Mediterráneo oriental.

Un puñado de dinares
Aunque el descubrimiento de oro siempre cautiva la imaginación, el valor histórico de éste es lo que ha deslumbrado a los investigadores. Los dinares fatimitas exhiben el nombre de los califas bajo los que se acuñaron, así como la fecha y ubicación de su acuñado. "Son documentos históricos de primera clase", explica Robert Kool, director del Departamento de Monedas del IAA.

En su clímax, a mediados de los siglos X y XI dC, el gobierno fatimí se extendió a lo largo del norte de África y Sicilia hacia Levante, con vínculos comerciales que alcanzaban hasta China. Desde su capital en El Cairo, el califato controlaba el acceso al oro desde fuentes de África occidental hasta el Mediterráneo, y la moneda fabricada con este metal precioso transmitía a los fatimíes formidable poder y riqueza.

Un estudio superficial revela que la moneda más antigua del tesoro fue acuñada en Palermo, Sicilia, mientras que la mayoría vino de casas de moneda oficiales fatimíes de Egipto y otras partes del norte de África y datan de los reinos de los califas al-Hakim (996-1021 dC) y su hijo al-Zahir (1021-1036 dC).

Las monedas son de dos denominaciones diferentes (dinares enteros y cuartos de dinares) y de varios pesos y tamaños. Las pruebas iniciales indican que son de oro de 24 quilates.

“La cantidad de monedas acuñadas bajo el gobierno de los fatimíes es verdaderamente impresionante”, dice Kool, quien señala que en el año 1120 se decía que el Tesoro del califato tenía alrededor de 12 millones de dinares. “Era una sociedad verdaderamente monetaria. A la gente se le pagaba”, destaca.

Gracias a recuentos históricos detallados y a hallazgos de documentos contemporáneos, sabemos cuánto se le pagaba a la gente en ese entonces. El salario promedio mensual de un trabajador no calificado era de alrededor de 1 dinar, según Kool.

Parte de las monedas recuperadas parecen estar en condición de “acuñado”, pero otras obviamente habían estado en circulación durante un tiempo. Varias muestran marcas de dientes, de cuando mercaderes escépticos empleaban “la prueba de la mordida” para evaluar la autenticidad del oro.

Preguntas, excavaciones y respuestas
Ahora, los investigadores deben identificar por qué se encontró una cantidad tan grande de monedas en el lecho marino frente a la costa. Sharvit está seguro de que el tesoro proviene de un naufragio y sugiere varios escenarios, incluyendo que las monedas pertenecen a un barco mercante y que pudieran estar asociadas con un pago de impuestos de camino a El Cairo.

Con base en la falta de monedas de denominaciones chicas o incluso de muescas que se hubieran utilizado para transacciones promedio, Kool coincide en que el alijo servía a un propósito oficial: “No era dinero para el diario”, afirma.

El área en el puerto donde se encontraron las monedas ha sido cerrada a excavaciones, y el equipo de Sharvit planea regresar al sitio luego de que pase una tormenta entrante, posiblemente a principios de la próxima semana. Irónicamente, se cree que fue una tormenta previa la que expuso al alijo.

Mientras tanto, los investigadores del IAA tendrán las manos llenas estudiando las miles de monedas ya recuperadas. “Tienen un buen hallazgo”, dice Michael L. Bates, director emérito de monedas islámicas de la Sociedad Numismática Estadounidense, quien destaca que un tesoro de este tamaño puede aportar conocimiento inusual sobre los muchos aspectos de la economía, incluyendo los sistemas de producción de monedas, la distribución de las monedas en circulación de ese entonces, y cuánto permanecían en circulación.

"Corazón de oro"
Las autoridades no dudan en señalar que los buzos deportivos que hicieron el descubrimiento merecen el mayor de los elogios, no sólo de la comunidad científica sino también del público en general.

Pese a que bajo la ley israelí todas las antigüedades encontradas en el país pertenecen al Estado, y a que sacar, vender o no informar un hallazgo puede ser castigado con hasta cinco años de cárcel, el saqueo de sitios arqueológicos sigue siendo un problema significativo. “(Los buzos) descubrieron el oro y tienen un corazón de oro que ama al país y a su historia”, considera Sharvit.

Para el buzo Yoav Lavi, quien junto con Zvika Fayer, Kobi Twina, Avivit Fishler, Joel Miller y Shai Milner descubrieron e informaron el notable alijo de oro, la emoción del momento del descubrimiento fue premio suficiente. “De hecho, era mi cumpleaños”, recuerda Lavi, “y pensé: '¿Esto es lo que sintió Gollum [de la película “The Hobbit”] cuando encontró el Anillo?'”.

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