Un tercio de las pymes industriales se encuentran involucradas en algún caso de litigio laboral -aproximadamente con tres juicios cada una-, y el 60% señala que esos juicios son la principal dificultad para incorporar nuevos trabajadores, según un informe privado.
"Los juicios laborales se dan fundamentalmente por desacuerdos en la indemnización por despido y en el carácter laboral o no de afecciones que los trabajadores dicen sufrir y/o el monto que se reclama como reparación", explicó Fundación Observatorio Pyme (FOP).
El informe de FOP -una organización sin fines de lucro fundada por Organización Techint, Universitá di Bologna y la UIA, mencionó que el fenómeno se da con mayor intensidad en pymes medianas, de entre 51 y 200 ocupados.
Prácticamente la mitad de estas empresas manufactureras están involucradas en casos de litigiosidad laboral, mientras que esa proporción es de un tercio entre las pequeñas, de entre 10 y 50 ocupados. La cantidad de litigios por empresa, en el caso de las medianas, más que duplica a la observada entre las de menor tamaño.
Las principales consecuencias de la proliferación de la judicialización son la dificultad de incorporar nuevos trabajadores (60%).
Además de los desacuerdos en la indemnización por despido y en el carácter laboral o no de afecciones que los trabajadores dicen sufrir, las diferencias salariales entran también como principal factor en los juicios laborales. El 60% de las empresas señala que los litigios ya se han convertido en la principal dificultad para incorporar nuevos trabajadores y de aumento de costos económicos.
El fenómeno de juicios laborales se presenta con intensidad diferencial en sectores industriales de generación de alto valor agregado (aparatos eléctricos, electrónicos e instrumentos de precisión, y Máquinas y equipos), y en sectores importantes en la generación de empleo popular (textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, y caucho y plástico).
A su vez, en estos últimos sectores, la proporción de pymes afectadas es similar al promedio pero la cantidad de demandas judiciales por empresa es más elevada: cinco en el caso de las textiles, y seis en el de productos de caucho y plástico.
Entre las pymes, las principales consecuencias de la proliferación de la judicialización son la dificultad de incorporar nuevos trabajadores (60%).