El sueño del pibe. Te encanta el fútbol y tenés un abuelo al que le gusta más que a vos. Y no sólo eso, viene un día y te invita a ir al Mundial a ver la primera fase de Argetina.
Ayer, Juan Derrico y sus nietos Rodrigo y Ramiro Rojo estaban en la Catedral de Kazán, una pequeña iglesia ortodoxa que está en una de la esquinas de la Plaza Roja, justo al frente al Museo Histórico.
Un ritual en esa basílica es prender una vela y colocarla en algunos de los candelabros que hay al tiempo que se pide por lo que uno quiere. Si pidieron o no deseos sólo ellos lo saben, pero a Juan, oriundo de Córdoba, y a sus nietos, se los veía maravillados por el lugar.
Mientras el sol bramaba en la siesta de Moscú ellos contaron que habían llegado el miércoles de la semana pasada a Rusia, que estaba lleno de argentinos y que disfrutaban mucho este viaje juntos.
Al momento de hablar de fútbol, lo primero que hizo Juan es aclarar que es hincha de Racing de Nueva Italia, mientras Rodrigo y Ramiro, dos monserratenses de segundo y quinto año, son de Belgrano.
Después fue el tiempo de hablar de laSelección a la que fueron a ver el sábado ante Islandia y planean estar en los jeugos contra Croacia (jueves) y antes Nigeria, el martes que viene.
“Sufrimos bastante el sábado pasado pero todavía le tenemos fe”, dicen casi al unísono los tres. Y es Rodigro quien se extiende: “Tiene que entrar Pavón por Di María, Armani de entrada y Enzo Pérez o Lo Celso por Biglia, además tiene que jugar Higuaín”. Y allá se fueron felices los tres viviendo una experiencia única en una relación nieto/abuelo de la cual se acordarán toda la vida.
