Los datos del primer trimestre, especialmente los de marzo, nos brindan una sorpresa. Acorde al Observatorio Vitivinícola, se ha exportado una mayor cantidad de vinos argentinos en comparación al mismo período del año pasado. Sorprende porque en nuestro país el dólar resulta cada vez menos atractivo para exportar vinos y aun así se vendió un mayor volumen.
Y si fuese poco, además, debido a un dólar más caro en el mundo, los precios de los vinos en dicha moneda deberían ser menores. No sólo los de Argentina, sino los de otros competidores. Los primeros datos del año muestran que en promedio, tanto EEUU como Brasil están pagando menores precios en vinos.
Es decir, para exportar más los precios de vinos argentinos deben haber disminuido, y así ha ocurrido en la mayoría de sus distintos productos vitivinícolas. Por ejemplo, las exportaciones de vinos genéricos a granel habían tocado piso en 2014 y en el inicio de este año han aumentado en
cantidad. ¿Cómo lo lograron? Con precios más bajos, un 19% menor en dólares.
Mayor cantidad vendida pero menores precios da como resultado un similar monto exportado al del primer trimestre de 2014. Aumenta la facturación exportadora en vinos genéricos, se mantiene estable en varietales y cae en espumosos. En todos esos casos, con precios más bajos.
Analizando por destino, los mayores incrementos en volúmenes vendidos se han dado en la mayoría de los países, especialmente en los principales compradores, EEUU y Reino Unido. En cambio, han caído fuertemente las destinadas a Rusia, país que está pasando por una fuerte recesión.
Un caso llamativo es la caída de ventas a Paraguay. Se destaca por la compra de vinos genéricos, no a granel sino fraccionado (tetra, principalmente). En el inicio de 2015 se le ha vendido una menor cantidad, pero a diferencia de la tendencia general, a un mayor precio. Fuerte disminución en el producto de menor precio.
¿Qué esperamos para el resto del año? Por el lado de la rentabilidad exportadora no es bueno el panorama, porque el dólar oficial continuará rezagado con respecto a la inflación y no se espera un aumento en los precios en dólares.
Por el lado de las cantidades, es conveniente resaltar que los mayores volúmenes exportados en el inicio de este año se han producido antes de la entrada de nuevos vinos. Acorde a estimaciones, la nueva cosecha de uvas puede ser igual o menor a la del año pasado y un buen porcentaje se destinaría a jugo de uva (mosto). Por lo tanto, habría menos vinos nuevos. Para vender mayor cantidad se deberá recurrir a los stockeados.
Sintetizando, durante el primer trimestre se ha facturado en dólares lo mismo que en el mismo período del año pasado. Sorprende que se haya exportado mayor cantidad de vinos, especialmente en marzo. Se logró recurriendo a menores precios, especialmente en vinos genéricos.
¿Se puede mantener esto todo el año? Aunque todo es posible, hay algunas dudas, tanto por el dólar poco atractivo para exportar, como por una menor elaboración para este año.
