Claudio Sosa, familiar de una de las víctimas mortales y de uno de los heridos en el vuelco de un micro en San Rafael, aseguró que, según su hermano, el chofer, al perder el control del ómnibus, "gritaba 'me quedé sin freno'".
En tanto, otros sobrevivientes de la tragedia e incluso testigos que circulaban por la ruta nacional 144 y vieron el colectivo, afirmaron que el conductor, Damián Pinelli, iba a gran velocidad y aceleraba sin escuchar que varios pasajeros le pedían que fuera más lento.
El joven es hermano de David Sosa, uno de los docentes del instituto Soul Dance, de la localidad bonaerense de Grand Bourg, e hijo de Antonia Llorie, una de las mujeres que murió en el lugar.
El joven sobreviviente estaba con su mamá en el viaje porque "cuando podía lo acompañaba", aseguró.
David Sosa es "profesor, la mano derecha de Claudio (Giménez), el otro profesor, director" del instituto de danza, precisó.
David "siempre la invitaba a mi mamá, que era jubilada", a los viajes que realizaba por el país para participar en distintos certámenes de danza.
Por eso, "se sentía muy culpable por lo que había pasado, por lo de mi mamá, porque falleció", manifestó el joven.
Claudio Sosa explicó que ayer llegó a Mendoza alrededor de las "5 de la tarde" y pudo "hablar cinco minutos" con su hermano porque luego debió regresar, en el marco de los trámites y el acompañamiento que debió hacer por el traslado del cuerpo de su madre.
"Lo único que me dijo es que el chofer gritaba 'me quedé sin freno, me quedé sin freno'", afirmó, y coincidió con las otras versiones al señalar que conducía "el hijo" del conductor que sobrevivió.
Luego señaló que, cuando pudo verlo, su hermano "estaba muy sedado" porque fue "muy duro el golpe que recibió" en la cabeza y además "tiene marcas en los brazos" ya que "salió despedido por una de las ventanas" del colectivo.