La vista al frente observa la ruta con las señales viales correspondientes, las líneas pintadas en la calzada y por momentos un auto que viene de frente y otro que va lento delante por el mismo carril; hasta una vaca se cruza de vez en cuando.
Girando la vista hacia la izquierda se observa el otro carril en primer plano, el pasto, los árboles y la montaña al fondo. Y hacia la derecha, la banquina, más vegetación y más montañas.
Al volante va Rodrigo, chofer profesional de colectivo, quien -con prudencia- va sorteando cada una de las incidencias que surgen. Repentinamente un automovilista imprudente no frena al querer salir desde una calle a la ruta, y el ómnibus impacta de frente con él.
Rodrigo Stevanato es uno de los capacitadores de Autam y lo que va guiando -y donde acaba de chocar- no es una unidad de transporte público sino un simulador virtual en el que durante los próximos meses se capacitará a los más de 3.500 choferes de colectivos y aspirantes, tanto de recorridos urbanos como de media y larga distancia.
“Todo lo que puede pasar en la calle se puede simular. Es bastante verosímil e imita situaciones y movimientos de choques, banquinas, pozos y cordones, entre otras cosas”, acota Stevanato.
Él y Jorge Otárula (también chofer profesional) son los dos capacitadores que ya están preparados y que a fines de marzo iniciarán los talleres con sus colegas, que también incluyen una parte teórica vinculada a la seguridad vial.
“La idea es capacitar, educar y entrenar a los choferes. La primera parte consta de un curso en el aula que dura entre 30 y 45 minutos y donde se trabaja lo que es educación vial y manejo defensivo, desde lo teórico. Después pasa al simulador, donde los primeros 5 minutos son de adaptación a la plataforma y sin nadie en la calle. Y finalmente comienza el circuito que dura entre 12 y 15 minutos y donde se van incluyendo estas incidencias. Hay peatones o perros que se cruzan de repente, automovilistas que abren sus puertas y autos que cruzan en rojo”, detalla Otárula.
El simulador está a disposición de las empresas que quieran utilizarlo con sus trabajadores y está montado sobre un micro de larga distancia -con generador eléctrico propio-, por lo que puede llevarse a otros departamentos si es necesario.
"Si bien el simulador nunca va a reemplazar a un bus real a la hora de la preparación, actúa como complemento y refuerzo. Además, permite agregarle situaciones e incidencias realistas sin que el chofer quede expuesto a riesgos para ellos y terceros", destacó el presidente de Autam, Sergio Pensalfine.
Como en la realidad
Por fuera es un micro, como cualquier otro. Mide poco más de 14 metros y se sube por las escaleras de la puerta delantera. Incluso, hay hasta una cabina de conductor. Sin embargo, en lugar de dos sectores de asientos divididos por un pasillo parece la cabina de un avión.
En la primera parte de la unidad hay un escritorio con el equipo donde se configuran los circuitos, al que manualmente se le pueden ir agregando al software las situaciones ya mencionadas.
Incluso, se puede configurar que sea de día, de noche, que haya nieve, lluvia (4 intensidades diferentes) o neblina y que sea un camino rutero o urbano.
También hay distintos tipos de unidades: urbana, de media y larga distancia; piso elevado, de dos pisos o articulado; y hasta es posible elegir si es con caja de cambios manual o automática.
Según destacaron desde Autam, la idea es que cada empresa defina en qué áreas quiere capacitar o perfeccionar a sus choferes. Y que en base a ello se trabaje.
“Hay 99 incidencias que se pueden programar. Eso que se acaba de escuchar es el micro que raspó con la parada, y podés agregarle ramas bajas y personas que quieran subir. Incluso pueden fijarse que sean ancianos o personas con discapacidad”, explicó Otárula.
El simulador fue adquirido por la fundación Autam por 500.000 dólares. Se trata de un vehículo que pertenecía a una empresa aseguradora de colectivos y donde se preparaba a los conductores de las firmas que eran clientes.
En Argentina sólo hay dos (el otro está en Rosario), pero éste -desarrollado por la firma española Lander- fue el primero que se puso en funcionamiento.
Consta de una silla -con cinturón de seguridad- y 3 pantallas de 51 pulgadas ubicadas una al frente y dos a los laterales, cada una con su respectiva panorámica. En el panel de control está el cuenta revoluciones, el velocímetro y todos los indicadores de cualquier colectivo.
Mientras que aquí el chofer tiene la visual en primera persona, en la sala de control se puede ver el colectivo desde una cámara aérea.
“Acá uno va viendo y tomando nota si es un conductor agresivo, si cruza semáforos en rojo, si pone las luces de giro, etcétera. Y los capacitadores vamos anotando esas cosas en planillas. La máquina también te da un informe de las velocidades máximas, las marchas, el uso del freno, del embrague y hasta la simulación del combustible”, agregó Otárula.
A futuro la idea es también incorporar la capacitación en cuestiones de atención al cliente. Desde Autam destacaron que no descartan incluir un actor que realice las distintas preguntas que pueden hacerle los pasajeros a los conductores. O bien incluirlo con una voz en off.
“Necesitábamos hacer una inversión para reforzar el mecanismo de capacitación, ya que lo único que teníamos era el bus real. Y a veces los tiempos no son suficientes. Por eso la idea es que el simulador sirva de refuerzo y complemento”, destacó Pensalfine.
Su uso no tendrá costo alguno para los choferes ni para las empresas, puesto que fue adquirido con fondos de la fundación Autam que salieron de la cuota que aportan las compañías de transporte.
Largas colas para conseguir abono Red Bus: dicen que faltan equipos
Los puntos de venta del abono para el transporte público urbano y de media distancia han mostrado en estos días la misma escena: interminables colas y el fastidio de los usuarios.
Desde la Asociación Unidad Transporte Automotor Mendoza (Autam), entidad que agrupa a las empresas concesionarias que cubren los recorridos en la provincia, emitieron un comunicado en el que aseguran que los inconvenientes se deben a la poca cantidad "de posnets o equipos de recarga" de Red Bus.
“La mayoría de las empresas han reforzado con más personal el área dedicada a la venta de abonos. Sin embargo, debido a la falta de suministro de un número mayor de posnets o equipos de recarga por parte de Siemens, responsable de Red Bus en Mendoza, las ventanillas de venta de abonos de las distintas líneas se han visto colmadas por los usuarios, produciendo interminables colas y demoras para acceder al abono”, detallan en el escrito.
“Autam expresa a los usuarios de colectivos su más profunda preocupación y ofrece las disculpas correspondientes por las demoras que deben soportar”, agregaron.
Por último, aseguraron que la asociación “trabaja con los organismos de gobierno correspondientes para avanzar en medidas concretas que permitan una mayor agilidad en el expendio de los abonos”.