River aplastó como local a Banfield (4-1) y celebró ante su gente la obtención del jueves pasado de la segunda Recopa Sudamericana consecutiva.
La superioridad del Millo se plasmó desde el principio hasta el final del partido, con D’Alessandro y Martínez en un nivel superlativo, y con la efectividad de Alario, como principales claves.
El local encontró rápidamente la ventaja, con un cabezazo de Driussi en el que Navarro respondió mal , y con ello una tranquilidad propia frente a un oponente que arribó al estadio Monumental con la única idea de llevarse un punto.
De hecho, al dueño de casa le alcanzó momentáneamente con poco para mantener la ventaja favorable, ya que simplemente ordenó sus líneas, se hizo de la pelota ante la pasividad del mediocampo rival y descansó en los pies de un enchufado Pity Martínez, quien cada vez que tomó contacto con el balón le trajo varios dolores de cabeza al fondo 'banfileño'.
Sin embargo, el predominio general no se plasmó en el resultado y apareció el uruguayo Silva, quien apenas rozó con su cabeza un centro, y ante una floja reacción del joven Batalla acalló al público presente de cara al entretiempo.
La justicia deportiva se reflejó nuevamente en el amanecer del complemento, luego de un tanto mal anulado a Alario en el cierre de la etapa anterior, cuando el ex delantero de Colón aprovechó una combinación de errores de la defensa banfileña.
El transcurso del cotejo se mantuvo en la misma sintonía aunque a los dirigidos por Gallardo les costó un poco más hacerse de la posesión de la pelota y eso lo llevó a pasar algún sobresalto hasta que D’Alessandro fusiló a un desprotegido Navarro.
Otro blooper del fondo visitante, que intentó salir jugando de abajo y le regaló el cuarto a Martínez, quien sacó un débil remate pero se filtró por abajo del cuerpo al ex guardameta de Estudiantes, Independiente y Racing.
Conmebol quiere a D'onofrio en la FIFA
Por primera vez en 28 años, Argentina perdería su silla en la FIFA. La renuncia de Luis Segura a su cargo en el Consejo de Zúrich abre las puertas para que la Conmebol designe a un directivo de otro país.
Una jugada política del titular, el paraguayo Alejandro Domínguez, servirá para que el lugar que supo mantener Julio H. Grondona continúe en manos de la AFA.
El miércoles a la noche un dírigente con peso específico se unió a la comitiva en una cena en Buenos Aires: Rodolfo D’Onofrio (River). El directivo millonario charló con Domínguez, quien sabía que D’Onofrio no iba a la reunión de la Liga Sudamericana de Clubes, que encabeza Daniel Angelici.
Por eso para el titular de la Conmebol, el mandamás de River es quien puede frenar la iniciativa de su par de Boca y ser el representante de Argentina en la FIFA.