La adultez suele empezar a plagarse de problemas para conciliar el sueño de manera satisfactoria, lo cual también acarrea problemas durante el día y una significativa reducción de la calidad de vida. La fatiga crónica, la depresión, el insomnio y el estrés pueden estar directamente relacionados con un mal descanso durante la noche.
En la Universidad de Southern California, Estados Unidos, un grupo de investigadores pusieron bajo la lupa a 49 adultos con una edad promedio de 55 años que tenía problemas de moderados a graves para dormir. Éstos fueron divididos en dos grupos y enrolados, unos en un curso de meditación y otros en un taller de técnicas de sueño e higiene durante seis semanas
En promedio, los problemas de sueño al comenzar el estudio fueron marcados con un puntaje de 10, al finalizar las pruebas, aquellos que asistieron al curso de meditación mejoraron la calidad de su descanso en 2.8 puntos en tanto que los que formaron parte del otro grupo lo hicieron en 1.1 puntos.
Los autores del estudio concluyeron diciendo que "Las técnicas de meditación avaladas tienen una importancia clínica al servir en la mejora de la calidad del sueño a corto plazo, sobre todo entre adultos mayores, y este efecto parece llevar también a la reducción de los problemas relacionados con esta afección, que impactan indefectiblemente en la calidad de vida".