Un ex sacerdote del Instituto Provolo de Italia reconoció en un video que la institución envió a Argentina a curas que habían sido acusados de abusos en la sede educativa en Verona, en el norte del país.
"Estaba Don Turati, él también hacía estas cosas y luego lo mandaron a América. A Argentina, a Argentina", reconoció en un video de 13 minutos publicado por el sitio fanpage.it el ex sacerdote Eligio Piccoli, uno de los 24 acusados de abusos en las décadas de 1960 a 1980 en el Provolo de Italia, en referencia a otro de los acusados, ya fallecido, Giovani Turati.
"En la época" los abusos eran una cosa común, reconoció Piccoli en el video que obtuvo un periodista que se le acercó simulando ser un antiguo estudiante del Provolo.
El escándalo del Instituto Provolo vio la luz en Italia cuando en 2009 un grupo de 67 ex alumnos de la institución para sordomudos del norte de Italia denunció haber sido víctima de abusos sexuales por parte de religiosos, entre ellos Nicola Corradi, imputado por delitos similares en el Instituto Provolo de Mendoza.
De hecho, uno de los testimonios lo acusa de los mismos abusos en Verona, donde trabajó hasta 1972.
La denuncia apunta a que más allá de los abusos, se había establecido un circuito, como el que reconoce Piccoli, en el cual los sacerdotes acusados de abusos en Italia eran enviados a otros países, incluida Argentina.
"¿Sexo?", le preguntó el periodista, quien luego de la respuesta afirmativa del ex sacerdote, vuelve a preguntar si incluso había "sodomía". "Sí, es sodomía la que hay", agregó Piccoli, a quien dos jóvenes sordomudos denunciaron que los abusó y que actualmente vive en una estructura vaticana en Negrar, cerca de Verona.
En el video de 13 minutos el ex sacerdote reconoció también que cuando se descubrían los abusos los religiosos eran "puestos fuera", aunque luego matizó que "no todos" los que eran enviados a Argentina eran abusadores. "Alguno era", agregó.
Si bien la Magistratura italiana tomó en un primer momento las denuncias de los 67 jóvenes sordomudos, consideró que los delitos prescribieron, por lo que 14 acusados que aún están con vida pueden gozar de libertad.
"Entre los años 50' y 1984 una veintena de sacerdotes abusaron continuadamente de decenas de niños alojados en el Instituto", aseguró a finales de 2006 a Télam el portavoz de la asociación de víctimas de Verona, Marco Lodi Rizzini.
Entre ese grupo, agregó el portavoz, está Corradi, italiano de 82 años, uno de los dos curas detenidos en Mendoza por las denuncias en su contra en noviembre pasado. Además, según afirman familiares de las víctimas en el video dado a conocer este jueves, en 2015 entregaron en mano una carta al papa Francisco denunciando los abusos en Verona en la que figuraba el nombre de Corradi.
El video publicado hoy hace hincapié en la búsqueda de una reunión con el papa Francisco por parte de las familias de las víctimas.
Ya antes, el 18 de julio de 2011, las víctimas de los abusos enviaron una carta al entonces Papa Benedicto XVI denunciando los abusos en el instituto veronés y pidiendo que cómo algunos de los hechos ("masturbaciones, sodomizaciones, relaciones orales") habían tenido lugar en tres sitios de la región se "desconsagrara" a esos lugares.
En 2012 la Congregación para la doctrina de la Fe, el Dicasterio vaticano encargado de juzgar los casos de supuesta pedofilia por parte de sacerdotes, sancionó a Piccoli y lo obligó a "dedicarse a la oración y a la penitencia", al tiempo que se le prohibió "cualquier contacto con menores".
En ese mismo proceso originado tras la denuncia de los 67 ex alumnos y que motivó una comisión investigadora entre 2010 y 2012, el tribunal vaticano no encontró pruebas para condenar a otro de los acusados, Danilo Corradi, pero de manera preventiva recibió una "amonestación canónica" y recibió una "estricta vigilancia sobre sus comportamientos".
En medio de las denuncias, aparece también el proceso de beatificación del que era obispo de Verona mientras se dieron los abusos denunciados y el traslado de Corradi hacia la Argentina, Giuseppe Carraro.
Obispo de la ciudad entre 1958 y 1978, Carraro fue declarado "siervo de Dios" (primer paso hacia la beatificación) en 2015, aunque su nombre apareció implicado también en algunas denuncias a fines de 2009, que fueron desestimadas por el Vaticano.