La justicia salteña condenó a un rugbier a un año de prisión, en suspenso, por el delito de "lesiones graves" por haberle fracturado la mandíbula a un adversario en un partido del torneo regional de rugby de esa provincia, indicaron esta mañana fuentes judiciales.
El juez de Garantías Dos de Salta Ignacio Colombo condenó a Exequiel Barraguirre, jugador del club Gimnasia y Tiro de Salta, quien, hace cuatro años durante un partido contra el club Cardenales de Tucumán, golpeó a Francisco Granata, wing del equipo visitante provocándole la doble fractura facial.
Granata fue llevado al hospital San Bernardo de la provincia porque el golpe además le había cortado la encía provocando un intenso sangrado y recién luego pudo ser trasladado a su provincia, donde fue operado, y más de seis meses después del hecho recién pudo volver a entrenarse.
En forma simultánea con la causa penal tramitó la demanda civil por los daños que el hecho le causó a Granata, que incluía también al Club Gimnasia y Tiro en la demanda, y allí se condenó al jugador y al club a que indemnicen al agredido con 250 mil pesos por “daño integral”.
La judicialización de acciones deportivas registra varios antecedentes, uno de los cuales fue el protagonizado por el ex futbolista Mauro Camoranesi, quien debió indemnizar con más de 200 mil pesos a un jugador de Atlético Alvarado al que le aplicó una violenta plancha en la rodilla.
En esa ocasión, los jueces tuvieron en cuenta la “absoluta falta de proporcionalidad entre la única finalidad funcional al juego que podría haber perseguido la maniobra -impedir que el contrario intente disputar el balón- y el medio elegido -aplicar una violenta plancha en la rodilla-”.