Al mando del Toyota Corolla, Matías Rossi triunfó ayer de punta a punta en la segunda competencia de la temporada que el Súper TC 2000 disputó sobre el autódromo de Rosario.
La amenaza de lluvia en el inicio de carrera regó de incertidumbre la grilla de largada de la final, que tuvo al Granadero como cabeza del pelotón al imponerse en la serie más rápida y a Leonel Pernía (Renault Fluence) a su lado, por ganar la restante batería.
Para el hombre del TTA fue un reencuentro con el éxito. Es que no triunfaba desde el 27 de setiembre de 2015 cuando se adjudicó los 200 Kilómetros junto a Gabriel Ponce de León, en el autódromo de Toay.
La colocación de neumáticos lisos o con dibujo y el consecuente trabajo previo de los equipos en plena recta principal, se llevaron la atención en la previa de una carrera que finalmente fue sin lluvia.
Después, Rossi expuso su calidad conductiva para conservar la posición de privilegio pese a las dos neutralizaciones y el acoso de Agustín Canapino (Chevrolet Cruze), lo cual permitió que la competencia resultara entretenida pese a no presentar variantes.
“Canapino me trajo cerca toda la carrera, aunque en las últimas vueltas no sé por qué levantó. Este triunfo me hace muy bien en lo personal”, dijo Rossi, quien prevaleció en los primeros metros sobre Pernía que luego cayó una posición al perder el lugar de escolta con el piloto de Arrecifes.
En la 26ª vuelta, Matías Milla (Toyota Corolla) superó al Tanito y se colocó tercero para conseguir su primer podio.
Emiliano Spataro (Renault Fluence) conservó el liderazgo en el torneo al llegar sexto.
