Un recurso vital en peligro: necesitamos cuidar el agua

Para tener una idea de la presión ejercida sobre el agua, en 1900 el consumo mundial era de 600 km3 y en 2013 de 4.000 km3.

Un recurso vital en peligro: necesitamos cuidar el agua
Un recurso vital en peligro: necesitamos cuidar el agua

Desde hace 4.000 millones de años no ha cambiado la cantidad de agua de la que disponemos en la tierra. El reciclado natural asegura eso, no obstante, lo que no es igual es la cantidad disponible para potabilización debido a la inmensa contaminación a la que ha sido y es expuesta debido a la acción del hombre. 

Según Michel Camdessus (Agua para todos- Fondo de Cultura Económica) las regiones más ricas en agua están en América del Norte, en el sudeste de Asia, y la parte oriental de América del Sur, pero esto no significa que estén a salvo frente a la crisis global que se nos viene por la creciente demanda. Hoy en día los países son evaluados por su conocimiento sobre el uso y cuidado del agua y no por la cantidad que disponen de ella.

Estrés hídrico

Dice el mencionado autor que alrededor de 30 países se encuentran hoy en déficit de agua y se cree que actualmente hay 1.000 millones de personas bajo estrés hídrico con situaciones de disponibilidad decreciente del recurso. Esto es lo que está pasando en regiones áridas como Sahara, Oriente Medio, el sudeste de Estados Unidos, México y también en las regiones costeras occidentales de América del Sur. Allí el panorama va siendo cada vez más complicado.

Hay situaciones preocupantes de ríos y lagos que se secan o han perdido gran parte de su caudal habitual. El Níger en África, el Amarillo en Asia o el Colorado en USA y cientos de otros en todo el mundo, la mayoría por sobre uso agrícola o necesidad poblacional.

El agua potable tiene un costo muy alto, la toma en fuente, infraestructuras de transporte y potabilización, insumos, red de distribución y controles de procesos, entre otros. Esto suele ser una dificultad que impide la llegada masiva a toda la gente.

La demanda de este recurso vital aumenta cada día y esto se debe al cambio de escala, hoy con un mundo de 7.000 millones de habitantes tenemos problemas. Habrá que imaginar qué pasará en 2050, cuando habrá 9.000 millones.

El agua está directamente incluida en las políticas de cada país porque ella hace directamente a la vida. Agricultura, industrias, energía, transportes, programas de salud pública y también lucha contra la pobreza.

La preocupación por el cuidado y la protección del agua parece haber comenzado al inicio de la década de los '70 en la conferencia de Estocolmo organizada por Naciones Unidas en donde se debatió sobre el peligro de la contaminación y la protección de este vital recurso natural.

Ya, en 1992, la Conferencia de Río de Janeiro "Agenda 21" Capítulo 18, marcó el inicio de un gran cambio de paradigmas abriendo un camino de transformaciones sociales políticas y económicas y provocando acciones de conservación y recuperación de los recursos naturales.

Cerca del descontrol

No obstante, esos esfuerzos y muchos otros posteriores, el mundo está viviendo un proceso cercano al descontrol debido a que no se han conseguido frenar, hasta el momento, ciertas actividades económicas de corto plazo a pesar del esfuerzo de concientización realizado por gobiernos, ONGs y hasta la ONU a través del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático.

La contaminación está entre los principales riesgos del agua, pero no es el único; ésta se da principalmente en los centros urbanos, pero también en áreas rurales debido al uso intensivo de fertilizantes, pesticidas o herbicidas y en la minería.

Las redes tienen problemas por la merma debido a filtraciones que se producen por el deterioro de cañerías, por deficiencias de instalación o también por falta de mantenimiento, algo que es tan común en nuestras latitudes. La literatura especializada habla de hasta un 50% de pérdidas por estos motivos.

La creciente población humana obliga a usar todas las fuentes disponibles: ríos, lagos, acuíferos y napas freáticas. A consecuencia de esto las aguas subterráneas están agotándose por la extracción de más volumen de lo que se recargan a través de las lluvias, además de los riesgos de contaminación por falta de controles en la apertura, en el uso y en el cierre de cada pozo. 

Para tener una idea de la presión ejercida sobre el agua, en 1900 el consumo mundial era de 600 km3, y en 2013 de 4.000 km3 (Estadísticas FAO 2008), o sea casi 7 veces más en poco más de un siglo.

Regla de oro, no contaminar

El cuidado del agua se basa en no contaminar, no desperdiciar, vigilar y reparar pérdidas en las redes de distribución, proteger los humedales y reservorios naturales, crear infraestructuras de almacenamiento, proteger los ecosistemas, evitar el derroche. Y lo fundamental: tomar conciencia que el cuidado del líquido es responsabilidad de todos. Luego de estas recomendaciones hay un sin número de procesos menores que sumados se transforman en importantes beneficios para la comunidad de los cuales tomaremos sólo algunos ejemplos.

Hay edificios en torre en las grandes ciudades que acumulan agua de lluvia en cisternas colectores arriba de sus techos. Ella es usada para el aseo del propio edificio y el riego de sus jardines. En mega ciudades esto permite, además, disminuir situaciones de inundación al concentrar el agua en sus cisternas.

Las grandes organizaciones como empresas, hospitales, universidades, y dependencias gubernamentales tienen en las nuevas tecnologías formas eficientes de controlar el uso y consumo del agua. Llámese telemetría, hidrómetros o correlacionador de ruidos. Esto permitiría, con una inversión inicial, controlar excesos de consumo o pérdidas que a lo largo del tiempo significaría, además del cuidado del agua, ahorros importantes para las comunidades.

Ya no será en los próximos años una cuestión de calidad y abundancia de agua sino más bien una cuestión de rigurosa administración con miras a la supervivencia.

Tal vez el mayor reto de la humanidad ahora sea el de alcanzar el mayor objetivo común de nuestro tiempo: que nadie sufra la escasez del agua.  

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