“Nos hace falta una pasarela de hormigón para poder cruzar el río Mendoza sin peligro, nada más que eso”, señalan vecinos del barrio Sameauta, en el distrito de Gustavo André (Lavalle).
El requerimiento es vital para unos 100 vecinos de esa barriada y los habitantes de las fincas de las inmediaciones, en el noreste del departamento, a unos 80 kilómetros de la Ciudad de Mendoza.
El punto de conflicto se ubica en la intersección del callejón Moyano y el río Mendoza, situación que se potenció a partir del momento en que el principal cauce mendocino volvió a transportar agua. Antes se pasaba de un lado al otro por un badén.
Las vecinas Rita Bordón (37), Marcela Mayorga (23) y Griselda Morales (32) contaron que desde el momento en que el río se activó por los caudales liberados en el dique Potrerillos comenzaron sus contratiempos.
Los primeros afectados son jóvenes de la zona que tienen que arriesgarse a pasar por ese precario paso para ir al colegio secundario Miguel Graneros, en el centro de Gustavo André. Y si no atraviesan por allí tienen que caminar entre 7 y 10 kilómetros para llegar a las aulas.
La pasarela actual, especie de puente colgante, es precaria en tablas y apoyos. Tan inestable se encuentra que ayer casi se cae un motociclista, según testimonió Jonathan Oliva (23), quien sí se atreve a pasar por allí para llegar a sus ocupaciones diarias, en la escuela primaria 1-612 San Martín de Porres.
El estado ideal para los residentes sería que se construyera un puente que pudiera ser utilizado por vehículos de todo tipo, especialmente transporte de pasajeros, ya que las distancias a cubrir para arribar a las unidades educativas, centros sanitarios y oficinas son muy extensas. Hay otros pasos del río en iguales condiciones de inseguridad.
La pretensión de una pasarela o una vinculación de mayor envergadura en Gustavo André, forma parte de un amplio trabajo del Foro Interinstitucional Huanacache, que integran muchos representantes de las fuerzas vivas de Lavalle.
El informe con las solicitudes de requerimientos varios de los habitantes llegó a los despachos de la Casa de Gobierno, impulsado por la gestión municipal que encabeza Roberto Righi.
Los vecinos consultados no están disconformes con la gestión del tres veces jefe comunal, pero quieren que la administración central atienda las peticiones y continúe con el apoyo a la intendencia lavallina.
Educación
En materia de infraestructura también hay demandas. Roxana Righi (40) y Fabiana Farías (43) representan a la comunidad del jardín nucleado N° 0-126 Eluney, sobre la ruta 142, Costa de Araujo, al lado de la escuela Correo Argentino.
“Utilizamos una casa, que tiene que haber sido confortable en la antigüedad, pero para los fines educativos no alcanza. Las salitas que se disponen para los chicos de 4 y 5 años son pequeñas. El patio también es insuficiente”, sostienen las mamás. Afirman que los sanitarios están adaptados, pero no ubicados convenientemente, ya que se encuentran en el ingreso del edificio.
“Creemos que amerita tener una nueva sede, más sabiendo que existe una donación de un predio en esta misma localización”, añaden.
Otros pobladores requieren la construcción de los edificios propios de la escuela Francisco Arias, del distrito La Pega, y las secundarias Tomás Luis Appugliese, de Villa Tulumaya, y la Nº 4-233 Alto del Olvido.
El Centro de Capacitación para el Trabajo N° 6-013 Juana Manso mejoró sus instalaciones, merced a una tarea asociada entre la comunidad y la municipalidad. Pero a juicio de los padres todavía deben realizarse ampliaciones para un mejor funcionamiento de la institución.
Todos ponen
Otro punto esencial, relacionado con la educación, el transporte y la producción, es el estado de los caminos rurales.
El agricultor Eduardo Zanatta refiere que para no perder competitividad, se unieron productores con reparticiones para mejorar una vía de comunicación del interior del departamento. “Nuestra meta es enripiar la calle Tittarelli, del paraje La Holanda, en el sur de Lavalle. Hoy está destruida. Son 5 kilómetros vitales para nosotros. Vialidad provincial pondrá máquinas y camiones; el municipio el ripio cargado, y los productores aportaremos 10.000 litros de combustible”, contó. Ese camino mejorado permitirá sacar de ese sector una rica producción de ajo, cebolla, zapallo, tomate y uva.
Alfredo Omar Amaya (52) es contratista en la localidad de Paramillo, a 5 kilómetros de la ruta provincial 34. “El municipio ha cumplido con el mejoramiento de los caminos, pero falta todavía. Pedimos la continuación del asfaltado que llega a nuestros hogares. Como la calle se encuentra deteriorada al máximo no entran colectivos de línea y nos han levantado el servicio que contrataba la DGE para llevar alumnos al colegio César Milstein; tampoco ingresa el transporte común para trasladar a los alumnos de la escuela José Andrés Díaz”, fue la petición de este residente.
Hacen falta 2 colegios
El informe del Foro Huanacache, que se ha hecho llegar al gobernador Alfredo Cornejo, señala que el departamento necesita la creación de una escuela primaria en Villa Tulumaya y una secundaria en Jocolí Viejo.
“El departamento cuenta con 46 escuelas primarias y sólo 14 secundarias, situación que favorece el abandono de los chicos del nivel medio, por la gran extensión territorial y la dispersión poblacional. A esta situación se suma una excesiva inversión en transporte escolar pagado por la misma Dirección General de Escuelas”, dice.