La gente que aún no conoce Puerto Argentino en las islas Malvinas, llamado por sus habitantes Puerto Stanley, supone que es un lugar pintoresco y aislado, al estilo inglés con un idioma bien preservado.
La realidad es bastante diferente.
Hoy en día se pueden encontrar personas de hasta 60 nacionalidades, de Sri Lanka y Lituania, por ejemplo.
Se escucha hablar frecuentemente en castellano por las calles y han llegado en cantidad personas de Santa Helena, Chile, Filipinas, Zimbawe.
Es cierto que no han venido a tomar sol o a disfrutar del viento y las frías playas que rodean las islas, sino para aprovechar las ventajas económicas de una economía estable, sin inflación y respaldada por la libra esterlina.
Toneladas de lana salen hacia Reino Unido para ser procesadas.
Aproximadamente 200 barcos de turismo grandes y más chicos llegan al puerto durante la temporada entre noviembre y marzo.
La zona de exclusión de pesca provee a los que pagan su licencia de toneladas de calamares, merluza negra (toothfish) y otros bajo la vigilancia de la patrulla pesquera.
Toneladas de carne de oveja y vacuno procesada y degollada bajo la costumbre musulmana, sale a los mercados del norte.
En comunicaciones, hay TV por cable en inglés y castellano y gratis unos 27 canales argentinos entran por TV satelital. El internet por satélite conecta con el mundo con un ancho de banda razonable para los 3.000 usuarios de las islas.
La electricidad es provista en un 70% por generadores eólicos.
Y los vuelos semanales de Latam, comunican del sur al norte de América y hacen conexiones con Australia, Nueva Zelanda y África. Los dos vuelos de Brize Norton unen las islas con Reino Unido haciendo 12.800 kilómetros de ida más igual cantidad de kilómetros de vuelta, dos veces a la semana y conectan las islas con Europa y Asia y el resto del mundo.
En cuanto al buque transporte de la naviera SAAS lleva y trae productos a la zona franca de Montevideo regularmente. También los buques de la Royal Navy van y vienen de Reino Unido con combustible y productos a la terminal de aguas profundas de Puerto Yegua (Mare Harbour en inglés).
No podemos dejar de lado que el delito aquí es irrelevante y que no hay desocupados. Los delincuentes extranjeros son deportados y cada uno tiene lo que necesita o puede conseguirlo legalmente.
Entonces ¿qué se le puede ofrecer a esta comunidad organizada? Haciendo un buen ejercicio de imaginación, ¿cómo se podría sacar provecho de conocer el manejo de su eficiente economía?
José Luis C. Dubois
Argentino radicado en Islas Malvinas