El hecho histórico ocurrió en el penal de Boulogne Sur Mer cuando el estudiante David Sánchez rindió su última materia de Derecho. Se convirtió así en el primer abogado que estudió en la cárcel.
En el penal de Boulogne Sur Mer, familiares, amigos, estudiantes y docentes universitarios acompañaron a David Sánchez en su última materia de la carrera de Abogacía de la Facultad de Derecho. Ante los profesores Armando Martínez y Mariela Olguín, el interno aprobó la Práctica Profesional Supervisada, transformándose en abogado de la UnCuyo en contexto de encierro.
Se trata de un hecho histórico ya que es el primero en finalizar esa etapa académica en el marco del Programa de Educación Universitaria en Contextos de Encierro (PEUCE) que ofrece la Universidad.
David comentó que su interés por estudiar Derecho comenzó en el 2008 cuando todavía no existía el Programa de la UnCuyo. "Yo sentí la necesidad de estudiar una carrera universitaria. Así fue que hicimos notas a las diferentes facultades que nos dieron cabida a nuestro pedido. También buscamos que la Universidad viniera hasta el penal. Así comenzaron las carreras de Derecho y Trabajo Social", relató.
En ese sentido la posibilidad de estudiar una carrera universitaria modificó su realidad personal y cotidiana: “Como estudiante de Derecho, me fui dando cuenta poco a poco de cómo la realidad social me afectaba, fui haciendo como un click, descubriendo que se podían utilizar otros instrumentos para llegar a diferentes metas. No había un solo camino. Me ayudó en mi crecimiento personal el poder ir aprendiendo esta educación”, dijo.
Asimismo explicó que transitar ese camino académico no estuvo ajeno a dificultades y desafíos ya que se trató de una experiencia nueva, tanto para el penal como para la Casa de Estudios. Sin embargo expresó que "la buena actitud de muchas personas que trabajaron en conjunto y fueron proyectando este programa contribuyeron a superar estos inconvenientes”.
David ya no es el mismo: "Antes de ingresar a la Universidad, sabía y tenía conciencia que los dirigentes y las personas más capaces tenían que pasar por esta instancia. Hoy, al finalizar, puedo afirmar que uno ve la realidad con otros ojos, gracias al conocimiento y sabiendo que se puede progresar y aportar un granito de arena desde la propia profesión. En un futuro cercano me imagino colaborando para que la sociedad tenga otra mirada, más inclusiva, hacia los que estamos en esta situación".
El programa Peuce
Comenzó en noviembre de 2008. Actualmente cuenta con alrededor de 300 estudiantes universitarios privados de su libertad que ejercen su derecho a la educación universitaria, pública y de calidad. Acompañados y orientados semanalmente por un equipo de 12 docentes y 24 tutores disciplinares.
El Programa se implementa en dos sedes: una en el Complejo Penitenciario de Boulogne Sur Mer y otra en Almafuerte. Se dictan carreras de las Facultades de Derecho, Educación, Ciencias Políticas y Sociales, Filosofía y Letras, y del Instituto Tecnológico Universitario.
Busca responder a un derecho humano fundamental: el derecho a la educación. Así lo expresó Melisa Moyano, coordinadora de Peuce: “Se trata de la efectivización del derecho a la educación, derecho humano fundamental. La Universidad como institución pública tiene que responder a esa demanda y apostar a mejor calidad educativa, mayor cantidad de oferta educativa en el Programa, más compromiso de las Unidades Académicas, del Rectorado y del Servicio Penitenciario”.
Es por eso que la propuesta apunta a garantizar el acceso, permanencia y egreso de las ciudadanas y ciudadanos que se encuentran detenidos en las unidades carcelarias de toda Mendoza, a las ofertas educativas de la UnCuyo establecidas para esta modalidad educativa.