Un preso de California confesó que había dos reclusos que habían sido sentenciadas a cadena perpetua por delitos relacionados con abusos sexuales a menores de 14 años.
En una carta dirigida a The Mercury News, Jonathan Watson (41) aseguró que había matado a David Bobb y a Graham De Luis-Conti con un bastón tan solo una semana después de haber sido transferido al centro penitenciario.
Según informó el diario español ABC, todo comenzó cuando Watson fue trasladado a un cuarto común donde conoció a la primera de sus víctimas. Allí advirtió que el sujeto se pasaba horas viendo canales infantiles de televisión y eso no lo dejaba pegar un ojo.
"No podía dormir sin hacer lo que todos mis instintos me decían que debía hacer en ese momento, así que guardé todas mis cosas porque sabía que la situación se resolvería pronto de una forma u otra", relató Watson.
Al día siguiente, momentos antes del ataque, le contó sus intenciones a uno de los guardias de la prisión y le pidió que lo cambiara de cuarto de modo urgente. "Se burló e hizo caso omiso de la advertencia", recordó.
Al regresar a su celda, vio que Bobb estaba viendo el canal infantil y pensó: "¿Realmente va a ver esto delante de todos nosotros?". Fue entonces cuando Watson perdió el control y asesinó a su compañero a golpes.
Posteriormente, se dirigió a un agente para entregarse pero por el camino se encontró con su segunda víctima: De Luis-Conti, un traficante de menores. Con el mismo bastón con el que había asesinado a su compañero, mató a al hombre.
"Estoy en una posición única donde tengo acceso a este tipo de personas y muy poco que perder. Estos individuos son la peor pesadilla de cualquier padre", confesó.
Además, dijo que se declarará culpable ante los tribunales y que no descarta volver a hacer lo mismo.