La voluntad significa mucho más que un lema para los chicos de Petroleros YPF. Reaccionando ante la adversidad se levantaron y coronaron uno de sus más grandes sueños.
En el estadio Nacional de Chile, en 2013, se impusieron a Unión (5 a 1) y conquistaron su segundo título de Campeón Sudamericano. Una nueva estrella que significó también el pasaporte para poder disputar (ayer) su segunda final por la Copa Intercontinental de clubes.
Esta nueva estrella de oro continental, que aflora sobre su escudo albiceleste, es el reconocimiento a su entrega y también al valor de la amistad.
De un grupo que no conoce el significado de lo imposible. De aquella primera vez, en la que se consagraron como el mejor elenco de este lado del mundo, en Recife (2009), el camino del equipo mendocino -entre piedras- se fue allanando para lograr una nueva chance por la mayor corona internacional para equipos seniors.
Con una fuerte apuesta por los chicos del club, Petroleros YPF se presentó a la final del mundo sólo con David PE como jugador de refuerzo.
El plantel, que recuperó para este partido a los hermanos Julián y Lucas Martínez y al técnico multicampeón de 20013, Víctor Bazán (hoy estratega de Impsa), llegó al Palau Blaugrana con Valentín Grimalt, Mariano Godoy y Franco Ribas (arqueros), Matías Baieli -capitán- (defensores), Yamil Famar, Claudio Famar (medios/delanteros), Facundo Gutiérrez (delanteros).
Un presente para el ex capitán
Antes de la final, el Barcelona realizó un merecido homenaje (le entregó una plaqueta y una casaca del equipo con el número 8) al jugador argentino David Páez.
El medio sanjuanino, que jugó como refuerzo de Petroleros YPF, defendió durante 13 temporadas la camiseta Blaugrana. Fue compañero del mendocino Gaby Cairo.