Un hecho por demás confuso desde sus orígenes, pero que podría estar encuadrado en una pelea de pareja, terminó de la peor manera con dos personas -entre ellas un pequeño de 8 años- ajenas al conflicto, que murieron acribilladas por un auxiliar de la Policía de Mendoza.
Ocurrió en plena siesta mendocina en el interior del barrio Solares de San Antonio, en el límite entre El Bermejo y Colonia Segovia, del departamento de Guaymallén.
El hecho motivó la presencia de las máximas autoridades policiales, mientras que el caso quedó en manos del fiscal de delitos complejos Daniel Carniello, presente en el lugar, y que se retiró asegurando que "el caso está siendo investigado y sólo el ministro Leonardo Comperatore podría hacer declaraciones sobre lo ocurrido; está bajo secreto de sumario".
Homicidio
A las 17.36 el Ministerio en un mail titulado "Homicidio" decía: "Se produjo un intercambio de disparos entre los auxiliares de la policía José Ontiveros, María Gabriela Fernández y otro de apellido Condorí.
Se está investigando cómo fueron los hechos. Hasta el momento no hay certeza de cómo se desencadenó el episodio. En el hecho resultó herido un menor de edad de 7 años que falleció en el hospital Notti.
La auxiliar Fernández fallece en el lugar cuando era atendida por una ambulancia del SEC. En tanto los otros participantes no habrían recibidos heridas. Interviene la Oficina Fiscal N° 9" (este texto mucho más tarde fue rectificado, diciendo que la mujer víctima no pertenecía a la fuerza).
También circuló la versión de que el enfrentamiento entre dos efectivos encontró en el medio al menor que era sobrino de la ex pareja (y también auxiliar policial) de Ontiveros.
A los tiros
Una discusión de pareja habría sido el desencadenante de la tragedia que terminó a los tiros y con dos muertos.
Benjamín Monje recibió varios disparos, presumiblemente, de una 9 mm, que empuñaba José Ontiveros, ex pareja de una de las hijas de María Gabriela Fernández, abuela del menor.
El niño a esa hora se encontraba andando en bicicleta por la calle de tierra que da sobre la manzana H, frente a la casa 31, y cayó herido a un costado de la acequia.
En grave estado fue trasladado hasta el Notti, donde los médicos sólo pudieron certificar su muerte como consecuencia de varios disparos de un arma de fuego.
Alertada por los disparos, la abuela salió a la calle y, en ese momento, recibió varios tiros en el pecho. Su muerte se produjo en el mismo lugar, mientras era asistida por una ambulancia del Servicio de Emergencia Coordinado que había llegado a la escena.
De la lectura del informe inicial, todo hacía presumir que la también auxiliar Camila Monje, tía del menor e hija de Fernández, habría disparado su arma contra el agresor, sin embargo el propio ministro de Seguridad afirmó que la mujer "no se encontraba en el lugar".
Los disparos los efectuó María Monje, madre del menor, cuando advirtió lo que había pasado, pero Ontiveros ya había escapado del lugar.
Por su parte el tercer uniformado de apellido Condorí, estaría relacionado con la madre del chico muerto y fue demorado sólo en calidad de testigo.
Mientras que el agresor, José Ontiveros, de 34 años y con prestación de servicios en Notificaciones Judiciales, después de dar muerte al menor y su abuela, se refugió en su vivienda, distante a un kilómetro del lugar, donde fue detenido por efectivos policiales y, en forma preventiva, alojado en dependencias de la Comisaria 9°.
Con la calle encintada y vecinos que observaban desde la distancia, el barrio vio cómo se multiplicaron los móviles y ambulancias, mientras que personal de Científica realizaba su tarea en un radio de 50 metros, con la bicicleta de Benjamín como mudo testigo de un hecho sin razón.
