Un poco de paz para el Rojo

Independiente venció con gol de Diego Vera a River, que puso en cancha un equipo alternativo.

Un poco de paz para el Rojo

‘A puro huevo’. Así ganó Independiente un clásico con muchos condimentos.

El plantel local llegó a la cancha recibiendo los huevos que les tiraron sus propios hinchas, que soportó los silbidos e insultos en los minutos previos al inicio, que vio cómo la gente colgó las banderas al revés en señal de protesta.

La derrota en el derby contra Racing y la pobre campaña en el campeonato hizo explotar a los simpatizantes, que sólo le dedicaron aplausos y cantos positivos a Gabriel Milito.

El Rojo le ganó a River pero también a sus propios fantasmas futbolísticos. Sin sobrarle nada, con muy poquito fútbol y con mucha entrega, la que pedían los ocupantes de las tribunas.

Bajo un clima muy enrarecido por el malestar de los hinchas, Independiente salió a intentar jugar por abajo, tal es la idea del entrenador.

Pero le costó darle fluidez al juego. Un poco por mérito de River, que presionó bien en la mitad de la cancha para desarticular la construcción futbolística del local y otro poco por el propio Independiente, que se mostró impreciso, sobre todo con sus dos volantes por adentro (Ortiz y Rodríguez).

River hacía lo más sencillo en el libreto que tenía preparado: pelotazos cruzados y poco toque con mucha verticalidad.

Pudo abrir el marcador de pelota parada. En un córner, Montiel ganó en el primer palo y el balón pegó en el poste. Un rato más tarde, el que tuvo una clara fue el mendocino Larrondo, quien cabeceó un centro desde la izquierda pero la pelota se fue desviada.

Independiente era un manojo de nervios y demasiada impaciencia. Buenas intenciones en el juvenil Bustos, importante en su trabajo sobre la banda derecha, correcto Sánchez Miño y casi nada más en el juego colectivo.

La movilidad de la dupla ofensiva, Vera-Denis, no era suficiente para generar espacios. Y sólo llegaba como River: por arriba. Ortiz se lo perdió en una pelota parada y al toque, Denis, en la más clara, cabeceó por arriba un buen centro de Toledo tras una buena patriada del pibe Bustos que no dio una pelota perdida y la rescató del lateral.

En el complemento fue Independiente el que, de a poco, comenzó a dominar el juego. Sin ejercer una supremacía absoluta, el Rojo tenía la pelota e intentaba llegar con peligro al arco defendido por un seguro Batalla.

Con el transcurrir de los minutos, ambos técnicos movieron el banco. Milito metió a Meza y a Rigoni por Denis y Sánchez Miño y Gallardo al Pity Martínez y a Driussi, dos habituales titulares. Luego, en el local, ingresó Barco por Ortiz.

Y ahí fue cuando llegó el gol. Un centro de Rigoni que Martínez Quarta la peinó hacia el segundo palo y por allí ingresó Vera para tirarse de palomita y poner el 1 a 0.

River aceleró tras el gol de Independiente y fue en busca del empate. Empezó a llenar de centros el área de Campaña. Pero le faltó claridad para el empate.

El Rojo, a puro huevo, se quedó con tres puntos vitales.

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