El seleccionado argentino de fútbol Sub-20 dio ayer su primer paso en búsqueda de la clasificación al Mundial de Nueva Zelanda, al derrotar por 2-0 a Perú, en el inicio del Hexagonal. Gio Simeone, al minuto de juego, y Angel Correa, a los 32 del complemento, consiguieron los goles que le dieron la victoria al seleccionado dirigido por Humberto Grondona.
Argentina jugará su segundo partido en el Hexagonal el jueves desde las 19 ante Colombia.
A pesar de los goles que separaron a ambos equipos, la Argentina sufrió más de lo esperado para quedarse con una victoria sumamente importante con miras al futuro.
Todo empezó muy bien para los chicos argentinos. Apenas habían transcurrido sesenta segundos del partido, cuando Perú perdió una pelota, Cristian Espinoza corrió varios metros con el balón y al llegar al área la abrió para Simeone, quien con un violento derechazo alto puso el partido 1-0.
Por los siguientes 20 minutos, la Argentina siguió siendo más, especialmente cuando la pelota pasó por los pies de Espinoza, Correa y Tomás Martínez, pero a todo lo que hacían estos no se vio reflejado en el resultado.
Después del gol, el equipo argentino tuvo, a lo largo de todo el primer tiempo, una sola ocasión para volver a marcar, cuando a los 8 minutos Correa quedó sólo frente a Daniel Prieto, pero el delantero remató contra el cuerpo del arquero.
El desarrollo del encuentro cambió sorpresivamente en el complemento. La Argentina perdió la posesión de la pelota, no tuvo marca en la mitad de la cancha, y vio como Perú se le vino encima.
Y Perú buscó el empate pero no tuvo el peso ni la claridad necesaria en los últimos metros de la cancha para aprovechar las ventajas que le daba la defensa argentina.
La más clara para los peruanos tuvo lugar pasado los 30 minutos, cuando un centro enviado desde la derecha cayó en el centro del área, donde Alexander Succar no pudo conectar el balón.
Parecía que el empate estaba al caer, pero en el minuto 38 llegó el golazo de Correa, y se terminó el partido. Leonardo Suárez tomó la pelota en las puertas del área grande y se la cedió a Correa. El ex San Lorenzo tuvo tiempo y espacio, y sacó un derechazo soberbio que, tras superar la estirada de Prieto, ingresó al arco.