Un parque al lado del río Mendoza

La erradicación del Bajo de Luján de Cuyo plantea la recuperación de la relación de una ciudad con el río que la vio nacer en el siglo XIX.

Un parque al lado del río Mendoza
Un parque al lado del río Mendoza

La recuperación de los espacios para el servicio y el usufructo de toda la comunidad es una de las decisiones acertadas que pueden y deben tomar los municipios. Es lo que ocurrió con la zona conocida como el Bajo de Luján de Cuyo, un sector que si bien fue hábitat de familias, era problemático por su falta de servicios primarios,  precariedad extrema, por convivir con un alto nivel de vulnerabilidad social y el riesgo ambiental.

Se tomó la decision de erradicar las precarias viviendas que allí estaban instaladas y relocalizar a sus moradores, más de 3.000 personas comprendidas en 750 familias, que fueron llevados a doce barrios situados al sur de Luján. Fue una acción en la que se trató de hacer prevalecer la dignidad humana y se tuvo determinadas premisas de urbanización como la proximidad a equipamiento comunitario (salud, educación, seguridad y transporte), cercanía a rutas y calles principales de cada distrito y el favorecimiento de la inclusión social de las familias que permita un desarrollo más equilibrado en el departamento.

Es así que el histórico asentamiento, que llegó a tener una antigüedad de casi medio siglo, está totalmente vacío de habitantes y aunque ahora luce algo intimidante por la cantidad de escombros que quedaron tras las demoliciones, el municipio lujanino se propone desarrollar un ambicioso proyecto, que se está difundiendo con el nombre de Parque Urbano del Bajo-Ribera Luján de Cuyo, de 354 hectáreas.

No sabemos con qué premura la Municipalidad ejecutará el emprendimiento. El hecho de que ya se haya colocado la piedra fundacional y se iniciara el movimiento de suelos y tareas de limpieza, indican a priori la intención de dar celeridad a los trabajos y terminarlos, por lo menos en su primera etapa, en un plazo de 18/20 meses.

El parque urbano recuperará las costas del río Mendoza, algo impensado hace unos pocos años y se abrirá todo un ámbito al disfrute y el esparcimiento de la población, la del departamento y de otras jurisdicciones que seguramente visitarán el complejo cuando sea abierto a los requerimiento de los ciudadanos. Es de alguna forma rescatar la relación de una ciudad con las orillas del río donde fue levantada en sus orígenes, aspecto que tiene una vigencia muy fuerte en otras urbes del país, aunque en este caso sea un río de montaña y por lo tanto sometido a la recurrente crisis hídrica y las regulaciones propias de cursos de esta naturaleza, que impiden que se aprecie la corriente líquida discurriendo por el cauce en distintas épocas del año. A lo sumo un ‘hilito’ de líquido en una de sus margenes.

La planificación prevé utilizar para los fines recreativos unas 354 hectáreas (una superficie apenas algo menor al Parque General San Martín que supera las 400 hectáreas), divididas en 10 zonas de las cuales 3 poseen cruces al río Mendoza. El gran espacio verde dispondrá de un importante circuito de ciclovías y hasta una delimitación de playa en el área del dique Cipolletti, para de esa forma proceder a la recuperación urbana de una zona diagramada dentro de determinados límites, dados por la calle Lamadrid (al norte), Bella Vista (al sur), el dique Cipolletti (al oeste) y la antigua calle Terrada (al este).

La cantidad de hectáreas, como se ha señalado, es muy generoso al ocuparse 354 ha (con una longitud de 7 km entre los puentes existentes entre la ruta nacional 40 y Cipolletti. Claro, que en la primera etapa se procederá a la utilización de solo 102 ha, cantidad a la que se arriba sumando el sector ocupado por el ex Bajo Luján, más el espacio verde Ferri y el ex parque Costanero (al lado de la cancha de Luján Sport Club, es decir al oeste de la ruta provincial 15.

El tiempo de duración de la ejecución del proyecto será como se ha dicho por etapas, y para la parte inicial (102 ha) se ha fijado un tiempo de ejecución de 18/20 meses, pero en simultaneo se trabajara en distintos sectores con temas puntuales, como por ejemplo la zona denominada del Agua para realizar allí una ‘playa’ que replicará a las zonas recreativas ejecutadas en Blanco Encalada, sobre la ruta 82, y la de El Carrizal. Otros detalles del equipamiento que llevará el parque urbano serán tres nuevos cruces (vados) del río,  20 km de caminos vehiculares, 28 km de ciclovías conectadas a la red departamental y 40 km de senderos peatonales, seis rotondas, 700 estacionamientos, 7.000 árboles generando de esta manera mas de 29 m2/habitante de espacios verdes de uso comunitario.

Toda esta vasta extensión de recreación y esparcimiento necesitará de un aceitado sistema de vigilancia para que no se repita la mala experiencia del antiguo parque costero, que funcionó entre la cancha de Luján y la ribera, que fue, poco a poco, depredado por malvivientes y convertido en ruinas. Parece atinado que esta nueva jurisdiccion sea custodiada por personal de Defensa Civil,  por tratarse de terrenos municipales, pero no debería descartarse un auxilio de la Policía de Mendoza, creando un destacamento de la fuerza en el predio. Asimismo, es necesario que prosiga y se termine el edificio de la seccional 11a de Luján, sobre la ruta 15, cuya obra está parada actualmente o con escaso progreso de ejecución.

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