Los vecinos del callejón Barrionuevo -a metros de Pedro Pascual Segura, en Las Heras- ayer no salían de su asombro: no podían creer que Elías Casatta (82), un hombre al que conocían desde hacía años, hubiera sido asesinado en su casa sin que nadie se enterara, y tampoco entendían cómo todos los indicios apuntan a un adolescente de 15 años, vecino de la víctima.
Actualmente el menor está a cargo del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes.
Casatta y su presunto asesino vivían a pocos metros de distancia por lo que "no hay dudas de que se conocían", dijeron a Los Andes. De hecho, a ambas casas las separa un terreno por el que supuestamente escapó el joven después de atacar y dejar al borde de la muerte a la víctima.
Según vecinos, todo sucedió poco después de las 20 del martes, cuando Casatta fue encontrado tirado en su casa, ubicada sobre el callejón Barrionuevo, a pocos metros de la fábrica Hormicon.
Fuentes de la investigación explicaron que tenía golpes en distintas partes del cuerpo y hematomas en el cuello por lo se supone que fue ahorcado. Determinar qué fue lo que le causó la muerte está a cargo del Cuerpo Médico Forense.
"No podíamos ver qué sucedía porque la policía no nos dejaba acercar. Había móviles y después llegó Científica", dijo un hombre que conoce desde hace muchos años tanto a la víctima como a la familia del presunto agresor.
Justamente el testimonio de un vecino fue clave: vio movimientos raros en la casa de Casatta y decidió ir a buscar al padre del sospechoso.
Fue este último quien llamó a la policía para dar cuenta de lo que había sucedido, es decir, confesó lo que había hecho su hijo.
En las inmediaciones de la vivienda del adolescente se halló un televisor 29 pulgadas robado a la víctima. Como Casatta vivía solo no es fácil determinar si el ladrón se llevó algo más.
La Justicia está abocada a juntar pruebas que puedan corroborar lo visto por los testigos aunque prácticamente no hay dudas de que el menor fue el autor del crimen.
Los que conocen al sospechoso
El supuesto asesino tiene 15 años (no se puede publicar su nombre ni nada que lo identifique). En el callejón Barrionuevo todos saben de quién se trata.
Por su edad, es inimputable; ni siquiera se le puede endilgar alguna responsabilidad penal por el hecho aunque posiblemente pase algún tiempo "controlado" por los organismos estatales. Su caso recayó en la Justicia Penal de Menores.
El menor hasta hace poco iba a segundo año de la secundaria en una escuela de la zona pero dejó los estudios "porque empezó a tener malas juntas e incluso se drogaba", dijo una ex compañera de curso.
"Acá somos pocos y nos conocemos todos", aclaró una vecina. "La familia del chico es muy buena; el padre trabaja con su hermano y su mamá es ama de casa. No podemos creer que haya sido él pero tampoco lo negamos", dijo otro lugareño.
Los que conocían a Elías
Para entrar a la casa de Casatta hay que cruzar una tranquera y atravesar un patio de tierra que sirve como pasillo para llegar a otras viviendas.
El hombre vivía en ese lugar desde hace años; "tiene hijos y nietos que venían siempre pero a él le gustaba vivir solo", dijeron sus conocidos.
Ayer por la tarde sus allegados desocuparon la casa y se llevaron todo lo que quedaba.
Casatta era jubilado de Fuerza Aérea. Caminaba apoyado en un bastón, que habría sido uno de los elementos usados para darle muerte.
"Salía a comprar y cuando lo encontrábamos nos decía que estaba estirando las piernas. Era muy agradable", describieron quienes lo conocían: "Era un buen vecino", cerraron.
¿Qué pasa con el menor?
Por estas horas el chico está a cargo del Órgano Administrativo Local (OAL), dependiente del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes.
Será ese organismo quien deberá decidir, de comprobarse su autoría, las medidas tutelares a seguir tanto con él como también con su familia. Por lo pronto está claro que no puede ser acusado de la muerte debido a que, por su edad, no es punible.