Según el Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo, uno de los predictores más fuertes de convertirse en alcohólico es el historial familiar: los descendientes de las personas con el trastorno tienen cuatro veces más probabilidades que otros de desarrollarlo. Pero una nueva investigación muestra que los antecedentes familiares de alcoholismo (FHA) afectan más que su deseo de beber. También cambia la forma en que su cerebro pasa de una tarea a otra, pasando, por ejemplo, de preparar el desayuno a pensar en una fecha límite de trabajo.
Toda una línea de investigación ha encontrado que tener un alcohólico en la familia puede afectar los procesos mentales. Pero estos estudios no han explorado completamente lo que se llama función ejecutiva: planificación, moderación y otros comportamientos que están afectados por la FHA.
Para profundizar más, Enrico Amico, ahora en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Lausana, y sus colegas decidieron centrarse en cómo el cerebro procesa las demandas cognitivas competitivas: el cambio de la actividad neuronal de una red cerebral a otra, lo cual es crítico para el ejecutivo marcha. Estudios anteriores adquirieron "instantáneas" de la actividad de la red cuando los sujetos realizaban una tarea o descansaban en silencio. Pero este enfoque no proporciona un registro continuo de lo que está sucediendo en el cerebro para capturar las transiciones dinámicas de estados activos a reposos que ocurren constantemente durante el día. Entonces, Amico y un equipo de investigadores de la Universidad de Purdue e Indiana se propusieron responder cómo el cerebro hace estas transiciones.
Los investigadores utilizaron un escáner de resonancia magnética funcional (fMRI) para examinar los cambios en los cerebros de 54 participantes mientras realizaban una tarea que requería que indicaran la dirección de una flecha en pantalla presionando un botón o que se abstuvieran de hacerlo en respuesta a una señal de parada. Posteriormente, los sujetos recibieron instrucciones de descansar mientras fijaban su mirada en una mira en la pantalla.
Las exploraciones mostraron que las personas sin FHA pasaron por un período transitorio entre la tarea del juego y el estado de reposo en el que algunas regiones del cerebro, en particular las áreas frontal, parietal y visual, reconfiguraron la forma en que se comunicaban entre sí. Las personas con FHA experimentaron menos cambios, incluso después de que los investigadores controlaron factores como la edad, el sexo, el movimiento en el escáner fMRI, el consumo de alcohol y la depresión.
"Parece que la FHA afecta la preparación mental para pasar de realizar una tarea a otra", dice Amico. "Esto podría ser análogo al proceso de borrar el caché de su teléfono inteligente cuando desea que cambie más rápido entre aplicaciones. El problema es que este 'proceso de limpieza de caché' podría verse afectado en cerebros con antecedentes familiares de alcoholismo ".
Si bien un grupo de 54 participantes es una muestra pequeña para la mayoría de los estudios, Amico sostiene que es suficiente para un estudio de resonancia magnética funcional. "Fuimos muy minuciosos al evaluar el poder estadístico y el tamaño del efecto de nuestras afirmaciones, por lo que estos resultados de fMRI definitivamente tienen la suficiente potencia", dice. El estudio fue publicado el mes pasado en NeuroImage.
La FHA no pareció tener un impacto en la capacidad de los participantes para completar las tareas mentalmente exigentes, pero aún se pueden encontrar deficiencias en futuros estudios. "¿Qué pasa si no está impedido para hacer la tarea, pero luego, está más estresado o menos reactivo o incluso más olvidadizo o menos atento que una persona sin FHA?", Amico pregunta. "Ésta es mi hipótesis. Y es de esperar que futuros estudios nos cuenten más sobre este fascinante proceso", advierte. También se necesitan investigaciones adicionales para responder por qué las personas con FHA cambian entre actividad y descanso de una manera diferente, y si puede haber una base genética para que ocurra.
La capacidad de cambiar sin problemas de una tarea relativamente exigente (equilibrar una chequera) a una menos exigente (ver un programa de televisión que ya has visto) es fundamental para realizar nuestras actividades cotidianas, explica Reza Momenan, directora de Clinical NeuroImaging Research Core en NIAAA, que no participó en la investigación. Realizar esta transición sin problemas, dice Momenan, ayuda al sistema nervioso a permanecer en un estado de equilibrio estable necesario para la supervivencia. Este tipo de investigación podría proporcionar la base para mejores diagnósticos de trastornos psiquiátricos que simplemente entrevistar a los pacientes para determinar el riesgo, la gravedad o el pronóstico del trastorno por consumo de alcohol.
Anita Cservenka, neurocientífica de la Universidad Estatal de Oregón, que tampoco participó en la investigación que se realizó en el nuevo documento, encontró que sus resultados eran convincentes. "Los hallazgos del estudio apuntan a nuevos enfoques importantes para comprender las diferencias neuronales entre aquellos con y sin riesgo de antecedentes familiares de trastorno por consumo de alcohol", especifica.
Cservenka sugiere que más investigaciones podrían examinar si estas medidas neurales de la tarea de descansar predicen el comienzo del consumo excesivo de alcohol o la capacidad de evitar beber. Otra posibilidad, dice Momenan, sería observar la actividad cerebral de las personas diagnosticadas con trastorno por consumo de alcohol, tal vez proporcionando una visión aún más profunda del impacto del procesamiento mental de tener un alcohólico en la familia.