Los teams de cultores del running se preparan porque mañana -a las 10.30- se disputará la cuarta edición del Urban Running 10 k Copa Más Deportes (ver aparte), una competencia de atletismo urbano que pondrá a prueba el trabajo que realizan durante todo el año.
“Nuestra filosofía es poder lograr una mejor calidad de vida, también superar nuestros límites”, asegura Sebastián Stubbia, preparador físico, de 32 años, encargado de elaborar las rutinas de entrenamiento del Team Impulso.
Son sesenta los integrantes de este grupo que comienza a ocupar un lugar destacado en el mapa de las tribus de corredores. Algunos podios conquistados en el circuito local se han transformado además en un estímulo extra para afrontar el trabajo de la semana.
De los 14 a los 50 años, con distintas rutinas laborales y profesiones, los dueños de las remeras amarillas fluorescentes comparten mucho más que la pasión por correr. “A principios de año me uní al grupo. Antes había practicado ciclismo pero nunca competía; era un corredor solitario. Siempre me gustó el deporte y con el running encontré un ámbito en donde puedo jugar, relajarme de la rutina”.
“En el grupo encontré un incentivo. Espero el momento para compartir los entrenamientos. Además me ayudó a crecer mucho como corredor y también en lo humano”, comentó Marcelo Fernández, de 29 años, que en sus horas de “seriedad” se desempeña como empleado administrativo.
Historias de familia
Impulso Running no es sólo una fuerza movilizadora; es un ámbito en el que además de compartir se logra un nuevo punto de encuentro familiar. Ésa es la historia de Sergio Cargnelutti (47), Patricia Zingaretti (47) y Emiliana (14).
“Antes practiqué patinaje artístico y desde hace tres años comencé a buscar otra actividad. Mi papá corría en el gimnasio; me pidió que practicara un deporte, eso es un mandato familiar, y me fui acercando al running. Primero, porque podría ser una buena actividad; luego, porque me gustó”. sostiene Emiliana.
“Al principio fue fácil porque su padre corría. Con Emi fuimos y nos anotamos en el gimnasio y con el tiempo llegaron las competencias. Compartimos en familia de un momento diferente, una actividad al aire libre. En nuestra familia todos corremos, aunque mi hija mayor, que estudia en la universidad, se ha alejado momentáneamente de los entrenamientos”, contó Patricia que también es docente.
“Al running lo mantengo por mi familia. Correr es superarse en la vida, es algo increíble lo que se siente. No existen mediadores y todo lo que se logra al llegar a la meta es por esfuerzo propio”, finalizó Sergio, que se gana la vida como ingeniero.
Apasionados
"Soy de Uruguay. Cuando llegué a Mendoza me entrenaba solo. Mi mujer me contó que había un grupo y me inscribió. Toda la vida hice deporte, jugué al básquet e hice natación. Correr me hace feliz, tratar de mejorar, de llegar al podio " explicó Gabriel Suárez (39 años).
“Si tengo que morir me gustaría que fuera corriendo. El running es una pasión muy grande para mí”, concluyó Matías Moya (27).