El artista le ganó al docente y desde que se jubiló, la música, las notas y los pentagramas pasaron a un lugar privilegiado de sus días. Arturo Quinteros, guitarrista y compositor, es una de esas joyas que guarda San Rafael entre sus hijos -nacidos o no- en su tierra y que eligieron el Sur mendocino para vivir.
Con algo más de 70 años y una pasión que lo llevó desde chico a tocar la guitarra, Arturo continúa dando rienda suelta a la creatividad, con más de 130 obras para guitarra y 50 arreglos de diversos temas. “Soy muy sistemático, todos los días toco la guitarra al menos dos horas”, dice a Los Andes, y cuenta que comenzó a los 11 ó 12 años a tocar de oído, siguiendo la figura de Eduardo Falú.
“Siempre digo que soy sanrafaelino, aunque me trajeron de San Luis siendo muy pequeño”, relata. Su paso por la escuela primaria Bufano y luego por el Normal Superior fueron las instancias previas a su carrera en el terciario del Colegio del Carmen donde se recibió de profesor de Psicología.
Pero la guitarra nunca dejó de estar presente en su vida. Estudió con el profesor Ventura Sosa en el Conservatorio Bufano de San Rafael. Más tarde se perfeccionó en guitarra clásica con la profesora Gladys Andreozzi de la Escuela de Música de la UNCuyo.
Si bien la docencia en la escuela primaria (con jornada completa) y en el terciario, en el profesorado de Enseñanza Primaria, fueron su trabajo, la música tuvo su sitio en la vida de Arturo. Además de atender su propio conservatorio y dar clases de guitarra, ofreció numerosos recitales en distintos puntos del país. Sus presentaciones en un principio era ejecutando a los autores universales, pero poco a poco sus composiciones propias de base de folclore nacional, le fueron ganado terreno hasta suplirlos por completo.
Fue esa pasión por la música lo que lo unió a su esposa Dorita, concertista y profesora de piano y tenista, con quien tuvo tres hijos: Gabriela, Andrés y Juan Cristóbal. Con ella disfruta además de sus nietos Agostina y Fabrizio.
“Estudié guitarra de grande porque había gente que me decía que si bien yo tocaba de oído eso se podía terminar, que iba a llegar a un techo”, afirma. Casi sin darse cuenta comenzó a escribir, a componer y su dedicación lo llevó a hacer las partituras a mano, con detalles que impedían notar diferencias con las impresas.
Con los años conoció la existencia de programas para escribir música con la computadora. En los últimos cuatro o cinco años se animó a hacerlo él mismo, creando un sinnúmero de obras, pero volvió a escribirlas a mano, “porque es otra cosa lo que se siente”.
La música lo llevó a grabar varios CD y a elaborar diversos videos que actualmente se pueden escuchar en Youtube, como “Otoñal”, “Homenaje a Falú”, entre otros.
“Este tema ‘Homenaje a Falú’ fue grabado en Alemania por uno de los concertistas de guitarra clásica más virtuoso, Göran Söllscher”, comenta con orgullo. Esta noticia fue una sorpresa para Arturo durante un homenaje que se realizó en Casa Burgos, donde varios guitarristas interpretaron sus obras. Allí, uno de ellos, Raúl Funes, que reside en Austria, le contó de la trascendencia de su obra.
Como este trabajo, muchos otros fueron grabados e interpretados por diferentes músicos en diversos países como Italia, Francia y Alemania, además de Argentina. Una de sus composiciones, “Pampeana”, fue designada obra impuesta en el concurso internacional de guitarra Santa María de los Buenos Aires que tendrá lugar en octubre en la Capital Federal. La designación implica que cada concursante deberá tocar obligatoriamente la obra mencionada, como parte de su actuación.
Por su prolífica obra y sus recitales, Arturo recibió premios y distinciones, reconocimientos por tantos años de dedicación y trabajo como concertista, compositor y arreglador.
Entre sus arreglos de música cuyana cuenta con trabajos realizados en las obras de Tito Francia, Félix Dardo Palorma, en la canción “Póngale por la hileras”, y en el famoso gato “De la prima a la bordona” de Zabala y Alfonso. Mientras algunas de sus obras como “Otoñal- Trémolo” -inspirado en el parque Hipólito Yrigoyen- y “Suite Cuyano N°2” fueron premiadas por la Secretaría de Cultura de la Nación.
Quinteros señala como sus máximos referentes a maestros como el guitarrista español Andrés Segovia y a Falú por el sonido y su forma de abordar el encordado.