Tras el deceso de un león y las críticas de entidades animalistas porque se informó 15 días después de ocurrido, el director del Zoológico de Mendoza, Gustavo Pronotto, dio a conocer un informe sobre este episodio y comunicó la llegada de un nuevo integrante a la familia: se trata de un mono carayá, que fue encontrado en un parador de camiones y rescatado por personal de la Dirección de Recursos Naturales.
El animalito está siendo alimentado con leche y mezcla de cereales, en un entorno cálido, ya que fue encontrado desnutrido en un parador de camiones en la ruta 7, entre La Paz y Las Catitas. Alberto Duarte, jefe de veterinarios del Zoo, dijo que son monos del norte argentino por lo que debe haber llegado hasta Mendoza, presumiblemente, en un camión.
Los profesionales destacaron la buena acción de las personas que, tanto en este caso como en el del cóndor rescatado en el Valle de Uco hace 10 días, dieron aviso a Recursos Naturales y de inmediato se realizó el rescate y traslado al Zoo.
La muerte del león
El informe histopatológico entregado al director del Zoo confirmó las sospechas que el deceso del león se debió a un tipo de cáncer linfático que había comprometido órganos vitales del animal y que se extendió en pocos meses.
El informe médico firmado por los veterinarios Rodrigo de Haro y María del Carmen Navarro, indica que las muestras de bazo e hígado presentaban “cambios degenerativos por lo que el diagnóstico es Linfoma o Leucemia Linfoblástica”.
Pronotto explicó que el cáncer linfático es imposible de detectar en la mayoría de los animales, salvo por el tacto de algún nódulo inflamado, lo cual en el caso de los grandes felinos y otros animales salvajes es casi imposible.
En cuanto al estado del oso polar Arturo, Pronotto aseguró que “se encuentra bien, no ha tenido ningún episodio fuera de lo normal salvo que está siendo tratado por dolencias lumbares, que tienen que ver con su edad”.
Explicó que se trabaja con dos laboratorios desde hace meses en el seguimiento del animal. Por un lado se recopila cada día muestras de orina; y por el otro desde hace un año se trabaja con el Cricyt estudiando la materia fecal del oso, una investigación que en julio tendrá sus primeros resultados y marcará hormonas, dolencias, etapas de celo, todo en un ciclo determinado en la vida del animal.