En la escena culminante de "Toy Story 3" Woody, Buzz Lightyear y el resto de la pandilla apenas logran escapar de la muerte cuando una garra eléctrica a control remoto los saca de un incinerador justo antes de que las llamas los consuman.
Ahora, Burger King se prepara para poner en marcha un final alternativo, pues recolectará, separará y cortará en pedazos cientos de miles de pequeños juguetes antes de derretirlos y convertirlos en plástico en una fábrica al norte de Inglaterra.
Para todos los que tienen recuerdos de la infancia en los que jugaban con sus queridas figuras de acción, quizá esto les parezca una masacre, más parecida al Infierno de Dante que a Disney Pixar. Pero la intención es que esta "derretida" sea un gesto ambiental ostentoso. Ante la creciente preocupación que siente el público por la proliferación del plástico de un solo uso, Burger King ha prometido dejar de regalar juguetes de plástico con las comidas para niños en el Reino Unido y ha alentado a sus clientes a depositar sus juguetes viejos en los contenedores de recolección que se encuentran en las sucursales de la cadena de dicho país.
En diciembre, la compañía de reciclaje Pentatonic derretirá esas figuras de acción que han quedado huérfanas, para luego convertir la materia prima en mobiliario para parques infantiles y mesas plegables reutilizables. Burger King planea eliminar los juguetes no biodegradables de todos sus restaurantes a nivel mundial para 2025.
"Quizá eso desagrade a una pequeña minoría, pero está muy claro que, a la larga, la gente va a pensar que estamos haciendo lo correcto", sostuvo Alasdair Murdoch, director ejecutivo de Burger King en el Reino Unido.
Durante décadas, los juguetes de las cadenas de comida rápida han funcionado como herramientas de mercadotecnia diseñadas para hacer que los niños coman papas fritas y McNuggets de pollo. En varias ocasiones, los políticos y defensores de la salud pública en Estados Unidos han intentado prohibirlos, diciendo que la mercadotecnia de comida rápida dirigida a los niños contribuye a la incidencia de la obesidad.
Esas preocupaciones de salud nunca lograron disuadir a las principales empresas de comida rápida. Sin embargo, una petición británica que se volvió viral al declarar que los juguetes "dañan a los animales y contaminan los mares" ha causado un mayor impacto.
Es parte de un rechazo creciente y generalizado a los artículos de plástico desechables y de un solo uso, como los potes y los vasos, así como a una infinidad más de objetos que saturan los vertederos, ensucian las playas y flotan en los océanos.
Burger King no es la única cadena que está contemplando un futuro sin juguetes. En 2018, McDonald's estableció un grupo de trabajo para explorar "maneras de disminuir el impacto de los juguetes", de acuerdo con Elaine Strunk, la directora de sustentabilidad de la cadena.
Con base en las recomendaciones de dicho grupo de trabajo, McDonald's ha comenzado a reducir la distribución de juguetes de plástico en el Reino Unido y en otros mercados fuera de Estados Unidos, aunque tampoco ha dado el paso de prometer discontinuarlos.
En octubre, McDonald’s ofreció a los clientes británicos la opción de pedir su Cajita Feliz con un juguete o con una bolsa de fruta.
El próximo año, los niños que visiten sus sucursales en el Reino Unido podrán elegir entre un juguete o un libro. McDonald's ya antes había dado libros de Roald Dahl, así como historias sobre dinosaurios de la escritora inglesa Cressida Cowell.
“Estamos en una misión en todas nuestras categorías y más allá de éstas para dejar una huella más sustentable para el medioambiente”, dijo Strunk. “Analizamos todas las decisiones que debemos tomar con este enfoque”, apuntó.
Sin embargo, los expertos en materia ambiental dicen que no está claro si eliminar los juguetes de plástico contribuirá de manera significativa a los esfuerzos para reducir el plástico dentro de la industria alimentaria, y menos si tendrá un mínimo impacto positivo en el problema más amplio de la contaminación global.
Burger King ha dicho que acabar con la distribución de juguetes en el Reino Unido reducirá su huella plástica anual unas 300 toneladas. Pero no queda claro el contexto de esa cifra: Burger King no ha calculado la cantidad total de plástico que usa en sus mercados globales, de acuerdo con su director ejecutivo de mercadotecnia, Fernando Machado. Además, en algunos restaurantes de Estados Unidos, Burger King sigue sirviendo bebidas en vasos de unicel, aun cuando McDonald’s y otras cadenas ya han prohibido ese producto tan nocivo para el medioambiente.
Los funcionarios de McDonald's dijeron que la compañía sigue buscando una manera eficaz de calcular su huella plástica y se rehusaron a divulgar el volumen de juguetes de plástico que distribuyen cada año.
“Si eres una compañía como Burger King, cuyo embalaje se considera gran parte del problema, no tiene sentido emprender una acción en contra de los juguetes y no del embalaje”, indicó Conrad MacKerron, quien ayuda a dirigir As You Sow (que significa “lo que cosechas”), un grupo de defensa del medioambiente mediante la colaboración con accionistas, que ha presionado a importantes empresas de comida rápida para reducir su consumo de plástico.
Machado dijo que Burger King tiene planeado eliminar los vasos de unicel próximamente. Asimismo, sostuvo que, en los próximos meses, la empresa lanzará un sitio web donde se detallarán las medidas que ha tomado para reducir la contaminación.
"En absoluto estamos diciendo que somos perfectos", reconoció Murdoch, el director de Burger King en el Reino Unido. "Estamos emprendiendo una nueva misión y todavía hay mucho camino por recorrer, pero estamos comprometidos a lograrlo", concluyó.