Un pueblo de Carolina del Norte, Estados Unidos, hace 15 años, se vio envuelto en una misteriosa desaparición. Se trata de Hope Springs, donde Deborah Elaine Deans, una camarera de 29 años y madre de cuatro niños, había desaparecido sin dejar rastro.
Su último contacto había sido con su madre, el 19 de enero de 2004, en una charla telefónica. Preocupada por su hija, la mujer decidió hacer la denuncia en la policía. Pero los agentes no lograron encontrar a la joven, que había salido de prisión poco antes por emitir cheques sin fondos. Hasta que hace unos pocos días llegó una ayuda impensada, informó Clarín.
"Fighting Crime News and Who's Wanted" ("Noticias sobre combatir el crimen y quiénes son buscados") es una página de Facebook dedicada a buscar pistas sobre crímenes y desapariciones sin resolver. Uno de sus posteos fue sobre Deans. E, inesperadamente, uno de los mensajes que recibió la administradora de este grupo terminó ayudando a resolver el misterio.
El 20 de octubre pasado, a más de 15 años de la desaparición de Deans, en el muro de "Fighting Crime News and Who's Wanted" se publicó una fotografía de la joven junto con una pequeña descripción: que tenía ojos azules, pelo castaño claro, medía 1,72 de altura y pesaba 72 kilos.
Sorpresivamente, la administradora (que permanece en el anonimato por razones de seguridad) recibió un correo electrónico en el que detallaba el lugar exacto en el que se encontraba el cadáver de Deans, y hasta precisiones sobre cómo había sido envuelto.
"La pista demostró ser muy precisa y fiable", remarcó Keith Stone, el sheriff del condado de Nash, en una rueda de prensa, tras realizar la investigación correspondiente.
Con la información suministrada por la página de Facebook, la policía se dirigió al lugar: la casa de Kimberly Hancock, la ex cuñada de la mujer desaparecida, con quien la joven compartía un piso. Y allí, en el patio trasero del terreno, encontró el cadáver de Deans.
"Estaba en una tumba poco profunda envuelta en escombros. La pista que recibimos era consistente con la descripción de la envoltura y cómo se enterró el cuerpo", detalló Stone. Tras ello, la policía interrogó a Hancock y luego la acusó de homicidio en primer grado. Aún no están claros los motivos del crimen.
En 2004, cuando también las fuerzas de seguridad le habían hecho preguntas por la desaparición de su cuñada, Hancock había asegurado que habían discutido y que Deans había llamado a alguien para que la recogiera, dejando a dos de sus hijos solos, mientras los otros dos estaban con su abuela.
Hancock tiene un historial de violencia. En 1989, cuando tenía 18 años, mató a su padre con un disparo en la cara mientras él dormía en un sillón. Al año siguiente, en el juicio, se declaró culpable, pero la condena de seis años fue suspendida debido a "circunstancias atenuantes", ya que se demostró que su padre había abusado de ella.