El jefe de residentes de la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Central quedó detenido después de haber apuñalado en tres oportunidades a su esposa, en el interior de su casa de Las Heras. El médico se escapó del lugar y fue hasta su oficina del nosocomio ubicado en pleno centro, donde tomó una gran cantidad de pastillas por lo que quedó internado con custodia policial. La víctima está grave.
La policía identificó al agresor como Fernando Fernández (39) mientras que desde el Ministerio de Salud confirmaron que es el jefe de residentes de UTI.
Fernández vivía con su esposa, de 37 años, quien es licenciada en enfermería en un complejo de departamentos ubicado en Balloffet y Estrada de Las Heras.
Minutos después de las 18 de ayer, la pareja -tienen tres hijos en común- protagonizó una pelea que terminó con la mujer apuñalada. Según fuentes allegadas al expediente, el ataque se produjo en la habitación matrimonial, donde la fémina recibió tres puñaladas: dos en el tórax y una en el pecho. El arma usada habría sido un cuchillo de cocina que tomó Fernández durante la discusión.
Fuga
Después de herir a su esposa, el médico escapó de la casa con el arma blanca, a bordo de su auto.
Mientras esto sucedía, la víctima salió del departamento para buscar ayuda y fue encontrada, ya desvanecida, por vecinos que la auxiliaron y la llevaron en un auto particular al hospital Carrillo. Dada la gravedad del cuadro, fue trasladada inmediatamente al Lagomaggiore, donde quedó internada en gravísimo estado de salud.
Una vez conocido el hecho, el fiscal Fernando Giunta ordenó la detención de Fernández, quien dos horas después del hecho fue encontrado en su despacho del Central.
Fuentes allegadas a la causa contaron a Los Andes que Fernández habría hablado con un colega que estaba en el nosocomio al que le habría confesado lo sucedido. Fue entonces que el hecho fue comunicado a la guardia policial que está apostada en el centro asistencial de calle Alem tras lo cual se produjo la detención.
Según las fuentes, antes de confesar el hecho, Fernández habría ingerido una cantidad importante de medicamentos debido a su estado de nervios, por lo que debió quedar internado en el hospital, bajo custodia policial.
Se espera que para las próximas horas y según su evolución, pueda comparecer ante la Justicia. Por el momento el caso fue caratulado como intento de femicidio, lo que tiene una pena de diez a quince años de prisión, teniendo en cuenta que el caso llegue a juicio. Su imputación es inminente.
Hallazgos
El auto de Fernández -un Clio de color gris- fue encontrado por la policía en las inmediaciones del hospital Central, en la puerta de una concesionaria. Sin embargo, por el momento no hay novedades del cuchillo con el que atacó a la mujer.
En la casa -ubicada en el primer piso del Portal Alto Las Heras, torre A- trabajó Policía Científica.
La víctima, al cierre de esta edición, era operada en el Lagomaggiore. Según el parte médico tenía heridas cortopunzantes graves, inclusive una de ellas le había fracturado la costilla derecha dorsal y otra que tocó el pulmón. Su estado, según fuentes del nosocomio, es reservado. Por el momento se desconocen las causas que motivaron la pelea con las trágicas consecuencias.
Un matrimonio "sin problemas"
El matrimonio de Fernández no aparentaba tener problemas de pareja. Según los vecinos de la familia, el hombre es “muy buena persona, muy servicial”, por lo que todos se quedaron sorprendidos al enterarse de lo sucedido.
Allegados al caso, confirmaron que no hay denuncias de violencia de género entre los cónyuges.
Cuando el hecho ocurrió, en el edificio había varios vecinos que escucharon los gritos tras la riña y vieron cómo la mujer quedó severamente herida.
