En el debut de Sergio Busciglio, Huracán no pudo cambiar el rumbo y sólo cosechó un pobre empate ante Atlético Palmira que lo aleja de las chances de ubicarse en los puestos clasificatorios.
Si bien comenzó mejor Huracán, fue Palmira el que tuvo más y mejores opciones. Incluso, pese a tener desventaja numérica, cuando se quedó sin Cáceres, tuvo dos situaciones, en los pies de Ferro, que culmminó en cada palo.
La más seria o clara para el local la tuvo Chelo Carrizo, quien desde 35 metros sacó el remate que rebotó en el travesaño.
Y siguió parejo, muy cortado, con pocas ideas.
El complemento tampoco prometía demasiado y cumplió. Palmira se aferró a esa igualdad insípida que no le sumaba más que la satisfacción de agregar un punto a la pobre cosecha, y el local, obligado por su gente y su presente, terminó lamentando un empate paupérrimo.