El juez de la Suprema Corte de Justicia Jorge Nanclares pidió licencia por 30 días por prescripción médica, confirmaron ayer oficialmente desde el máximo tribunal de justicia de la provincia.
“Dicha licencia podría acortarse si el médico así lo prescribe por lo que no resulta ser una licencia por tiempo indeterminado”, aclara el poco habitual comunicado difundido ayer por la Corte, que no acostumbra a avisar cuando uno de sus miembros se ausenta.
Con la ausencia de Nanclares, la Corte funcionará con seis ministros: el presidente Jorge Pedro Llorente, Omar Palermo, Mario Adaro, Julio Gómez, Alejandro Pérez Hualde y José Valerio - designado recientemente por el gobernador Alfredo Cornejo.
Según trascendió, hace algún tiempo ya Nanclares comentaba en la Corte que no se sentía bien, por lo que el pedido de licencia no sorprendió en ese ámbito, pero si fuera de él y algunos empezaron a especular con que podría finalmente jubilarse.
Nanclares (66) llegó a la Suprema Corte en 1987 de la mano del entonces gobernador Felipe Llaver. Participó en la Juventud Radical cuando estudiaba en Córdoba. Se recibió en 1972 y un año después, en el gobierno justicialista de Alberto Martínez Bacca (1973-74), entró a la Dirección de Comercio.
Tras la dictadura llegó a la gestión radical como director de Asuntos Jurídicos en Guaymallén y asesor del Ministerio de Gobierno.
Llaver lo postuló en octubre de 1987 -un mes después de la derrota radical ante Bordón- al enviar su pliego junto a los de Llorente (entonces presidente provisional del Senado) y Mario Lúquez (que fue rechazado). Habían renunciado Elías Baglini, Arsenio Lorente, y Juan Míquel.
Si bien llevaba 15 años de profesión y tenía conocimientos prácticos de derecho laboral y una incipiente carrera docente, sus escasos antecedentes, su juventud (38 años) y su participación política, motivaron los cuestionamientos de los senadores Partido Justicialista. Por eso, pasó con lo justo: 18 bolillas blancas y 17 negras.