Un jubilado de 77 años que fue asistido en la guardia del hospital Central fue asesinado brutalmente, al salir. El homicida utilizó una piedra que fue encontrada junto al cadáver, en los jardines del nosocomio.
La víctima fue identificada -entre sus pertenencias estaba su documento de identidad- como Edicson Hernán Gordillo, un mecánico jubilado que residía junto a su mujer en el barrio Suárez de Godoy Cruz.
Una persona que transitaba por uno de los pasillos del predio del Central, encontró el cuerpo sin vida de Gordillo, cerca de las 6.45 de ayer.
El hombre estaba sin vida en el piso boca arriba, con la cabeza ensangrentada. Vestía un pantalón marrón, un pulóver gris y zapatillas.
Tras denunciarse el caso, un equipo de la Policía Científica comenzó a trabajar en el lugar y encontró junto al cadáver una enorme piedra, que supuestamente fue utilizada para golpearlo. Los peritos levantaron algunos rastros de sangre y otros elementos que serán periciados con el fin de esclarecer el crimen.
Según los primeros indicios, la muerte de Gordillo se produjo por los golpes que recibió con la piedra en la cabeza y en la cara, lo que le produjo hundimiento de cráneo y desfiguración de rostro.
El jefe de la Policía, Juan Carlos Calleri, confirmó a Los Andes que la víctima tenía todas sus pertenencias y que murió por los fuertes golpes en la cabeza.
"Tenía la billetera con todo el dinero, por lo que se presume que no fue un intento de robo", afirmó Calleri. De todos modos, aclaró: "No se descarta ninguna hipótesis".
"Mi papá era muy sano"
Ayer, después del mediodía, una hija de la víctima se enteró del crimen por una cuñada que había visto el nombre del jubilado en las ediciones online de los diarios locales.
"No sé lo que pudo haber pasado. La verdad es que aún no sé nada. No tengo ningún detalle. Mi papá ayer fue a la casa de un sobrino, en Carrodilla, y volvió por la tarde. Mi primo lo quiso traer en auto pero él se volvió solo", explicó la hija de Gordillo.
A la joven le resultó extraño que Gordillo haya ido a tratarse a la guardia del Central, "porque él sabe que tiene que ir al hospital El Carmen, por la obra social".
Además, indicó que su padre no tenía ninguna patología relacionada con hipertensión ni ningún trastorno de tipo psicológico. "Mi papá era muy sano, estaba bien", explicó.
Según la información policial, el jubilado fue al Central por un cuadro de hipertensión, en los primeros minutos del sábado. Luego de ser revisado, medicado y compensado, fue dado de alta. Los investigadores creen que al salir de la guardia -y todavía dentro del predio del nosocomio- fue atacado brutalmente.
Trascendió que los investigadores de la Oficina Fiscal 1 de Capital buscan pistas sobre el asesino a través de las cámaras de seguridad de la zona, que por las noches no está del todo iluminada y no tiene guardia externa.