Un japonés nacido meses antes de que los hermanos Wright lograran el primer vuelo humano fue reconocido el miércoles como el hombre más viejo del mundo, con 111 años.
Sakari Momoi, un antiguo director de colegio nacido el 5 de febrero de 1903, recibió el certificado del libro Guinness confirmando su hito.
Vestido elegante con un traje negro, una camisa blanca y una corbata plateada, Momoi reunió a la prensa en la residencia de ancianos donde vive y dijo que no tenía prisa en irse.
"Quiero vivir unos dos años más", confesó. Momoi recibió el título tras la muerte en junio del estadounidense Alexander Imich, nacido un día antes.
Aunque no oye bien, Momoi tiene por lo demás buena salud. Le gusta leer y ver sumo en televisión, según la prensa local.
También la mujer más longeva del mundo, Misao Okawa, de 116 años, es japonesa.
Alrededor del 25% de los 128 millones de la población de Japón tiene 65 años o más. Las previsiones indican que este porcentaje, uno de los más altos del mundo, se disparará hasta 40% en las próximas décadas.