Online o en el viejo y querido papel: presentar un curriculum vitae para postularse a un trabajo es todo un desafío. Y aunque la mayoría de los empleadores establece de antemano la forma -llenando un formulario por internet, o enviando el CV por mail-, siempre hay formas de destacarse y hacer un propuesta individualizada que permita llamar la atención frente al resto.
- Un extra. Quien se postula online puede hacer algunas cosas más que completar casilleros preestablecidos. La cosa se pone interesante con los adjuntos: además del CV y los certificados de estudios, se puede aprovechar ese espacio para subir a la red algo más personalizado, como un PDF con distintos trabajos hechos. Quien se postula a una oficina de turismo, por ejemplo, puede hacer un gráfico que muestre a qué ciudades del mundo se viajó. Los periodistas que quieran ingresar a un diario pueden, por ejemplo, armar una autoentrevista con un diseño de página de diario.
Lo mismo rige para las postulaciones por correo. Siempre es conveniente generar un efecto sorpresa. Esto no quiere decir que el sobre sea de un amarillo chillón: exagerar no queda bien. Es importante elegir un elemento que se destaque, como un papel especial, un color distinto o una tipografía original, pero no todo junto. Si se es diseñador gráfico, se puede presentar el CV con una tipografía desarrollada por uno mismo, por ejemplo. Otra posibilidad es confeccionar un currículum original con un diseño novedoso.
- Economía. Hoy día rige la máxima de "menos es más". En sectores que tienen una gran cantidad de postulantes, suelen llamar la atención las postulaciones con una estructura clara. Es decir: el lector debe poder enterarse cuanto antes quién es la persona sobre la que está leyendo. En vez de largos escritos que asemejan una novela, detallando el recorrido laboral, lo mejor es ir a lo esencial, es decir, concentrarse en los puntos que lo vuelven un candidato ideal para ese puesto y destacarlos.
Un buen tip es repetir algunas palabras del aviso. Si se busca a alguien capaz de liderar equipos, o con buenas competencias sociales, no está de más repetir estas formulaciones en la solicitud. También se recomienda escribir un pequeño perfil al final del CV, con dos o tres puntos importantes que lo describan a uno a la perfección y que retomen palabras del aviso, como por ejemplo: “Pedro Hernández, trabajador social con experiencia de años en el trabajo con jóvenes, empático, confiable, hábil en el manejo de crisis”.
- Aparición sorpresa. Si no quiere confiarse solo en una postulación digital o postal, puede involucrarse aún más personalmente. Los más valientes pueden presentarse en persona, sin cita preestablecida. Si el puesto es para repostero, por ejemplo, se puede llegar con una pequeña tarta de fabricación propia para demostrar de lo que se es capaz.
Para no caer en el olvido, se recomienda llevar una tarjeta personal con los datos de contacto o una dirección de internet que incluya más datos propios, o una presentación en video. Lo importante es concentrarse en tres puntos: “¿Quién soy? ¿Qué hice hasta ahora? ¿Por qué soy bueno para la empresa?”.
- Darse a conocer. Quien está abierto a trabajar en distintos lugares, puede confeccionar, por ejemplo, flyers con su foto y una pequeña descripción y repartirlos en una feria. También en estos casos ayuda que figure una dirección de internet con más datos. Es importante anotarse además los datos de contacto de las personas con las que se habla y llamarlas dos o tres semanas después por teléfono.
- La foto especial. La foto es importante, no importa a qué trabajo se postule uno. En algunos casos, una buena foto puede significar la mitad del camino allanado. Para los trabajos más convencionales, se recomienda una foto retrato común, pero de buena calidad. En algunos trabajos hay más margen de acción: un ingeniero puede retratarse con casco en una obra, una agente de ventas delante de un avión, de traje. Lo importante es transmitir una imagen simpática y competente.