A lo largo de la historia, el diseño escandinavo siempre se ha identificado por intentar crear una belleza accesible para todos y que mejore nuestra condición de vida.
Fue el responsable de la incorporación de un lenguaje más natural y humano, y aquí, es donde apareció el afamado “diseño orgánico”, inspirándose en la naturaleza que rodea esas regiones tan espectaculares que nos siguen encandilando con su impactante fuerza visual.
Entre sus múltiples íconos arquitectónicos, acaba de abrir el singular hotel Arctic Bath. Una construcción flotante que se asemeja a un nido de pájaros evidenciando que el diseño orgánico está más vivo que nunca.
El nuevo hotel está diseñado por los arquitectos Bertil Harström y Johan Kauppi. Ubicado en las orillas del río Lule, en el norte de Laponia sueca, se está convirtiéndose en una de las atracciones turísticas más emblemáticas de la región.
Recordemos que, Laponia es una provincia histórica en el extremo norte de Suecia, es la llamada "la última zona salvaje del norte de Europa". Donde encontramos paisajes con contrastes imponentes, naturaleza pura y experiencias diferentes dependiendo de la temporada en que se visite.
La construcción está desarrollada con los más altos estándares ambientales y usando materiales locales con la intención de tener un mínimo de impacto ambiental.
Se ha incorporado la naturaleza circundante en las cabañas y suites. Materiales naturales y sostenibles con una rica historia como la madera, la piedra, el cuero o textiles que armonizan con el diseño escandinavo. ¡Es su perfecto escondite bajo los cielos estrellados!