El fin de semana pasado fue imposible pasar por alto el imponente horno de 22 metros de largo que Impsa trasladó desde su fábrica hasta la destilería de Luján de Cuyo. El equipo, que llamó la atención por su peso y su tamaño, fue la carta de presentación de la metalúrgica para su retorno al negocio petrolero. Es que según confirmó el propio CEO de la compañía, Juan Carlos Fernández, Impsa volverá a apostar al sector de hidrocarburos con la mirada puesta en el desarrollo de Vaca Muerta.
“Durante más de 30 años fuimos la metalúrgica líder del rubro petrolero. Luego, llegó un período de 15 años en el que las inversiones de las empresas de ese sector fueron bajas y la actividad se volvió lenta. En esa etapa nos inclinamos por las obras hidroeléctricas e incluso por centrales nucleares, pero ahora apuntamos a retomar la rama del negocio de hidrocarburos”, señaló.
“Esta decisión tiene mucho que ver con la expectativa que despierta Vaca Muerta. Pensamos que será tan importante para Mendoza como lo es hoy para Neuquén”, agregó el CEO de Impsa.
De cumplirse esta previsión, se podría esperar un impacto económico favorable para Mendoza. Solo en 2018 las petroleras invirtieron cerca de U$S 5.000 millones en Neuquén y se estima que en 2019 desembolsarán U$S 7.000 millones más.
Primera etapa concluida
Ya está en la destilería de Luján de Cuyo la pieza más grande del horno de crudo fabricado por Impsa. El equipo tiene capacidad para desarrollar una temperatura de 400° y sirve para fluidificar el petróleo antes de su procesamiento.
El traslado del "corazón" del horno demandó una compleja logística que implicó cortes de calles, suspensión de servicios públicos (debieron cortar desmontar temporalmente el tendido eléctrico de algunas zonas) y el trabajo de dos hidrogrúas para levantar los carteles pasantes del Acceso Sur. Fernández detalló que trabajaron más de 60 personas en tareas periféricas, más el personal policial que acompañó el traslado.
De todas formas, aun queda mucho por hacer. "Llevamos a la destilería la parte más grande del horno, pero no es la de mayor peso. Esa pieza pesa 94 toneladas y el horno completo alcanza las 270 toneladas. Necesitaremos realizar otro operativo similar para llevar otra parte de gran tamaño", señaló el CEO de Impsa.
Una vez que se hayan llevado todas las piezas hasta la destilería, comenzarán las tareas de ensamblaje, que llevarán 45 días más. Recién entonces comenzará a funcionar el equipo, que no fue adquirido por YPF para aumentar su producción, sino para remplazar tecnología vieja. "El horno remplazará otro ya existente. El tamaño es el mismo, pero este es más eficiente", aclaró Juan Carlos Fernández.
Sigue en baja la producción de crudo en Mendoza
Aunque las expectativas sobre Vaca Muerta son altas, no será fácil para las empresas petroleras revertir la tendencia negativa de producción de los últimos años. Es que según estadísticas publicadas por el Ministerio de Energía de la Nación, Mendoza cerró el 2018 con la menor producción de crudo de los últimos diez años.
Por si fuera poco, en los tres primeros meses del 2019 la extracción de petróleo se contrajo 6% en relación a igual período de 2018. Fueron 1.069.771 los m3 declarados entre enero y marzo del año pasado y 1.005.053 los que se contabilizaron este año. Lo positivo es que se estima que hay 238 millones de m3 de crudo extraíbles en la parte de Vaca Muerta que está bajo suelo mendocino.