Poner la voz en sus canciones, rescatar a un artista necesario y único de la música nacional no es poca cosa y más si se trata de Sandro.
El mito, que se instaló hace ocho años con el fallecimiento del ídolo de América, sigue vigente más que nunca. Sobre todo el espíritu y el amor por su obra en el público.
Después de ver y sentir la alegría de la gente al escuchar en vivo las canciones del "Gitano", al cantautor mendocino Gustavo Maturano le quedó girando en su cabeza la idea de hacer un concierto con su música.
De ahí nace "Tributo a Sandro, el musical", un espectáculo en el que revive su repertorio más emblemático junto al pianista mendocino Sebastián Giunta, quien compartió 25 años de escenario con el ídolo de América y fue una de las personas del círculo íntimo de Roberto Sánchez.
Un merecido reconocimiento que estrenarán esta noche, en el Teatro Imperial de Maipú, con la participación especial de Lila Levinson, quien conducirá el espectáculo.
Fiebre por Sandro
En coincidencia con el furor que despertó la serie “Sandro de América”, dirigida por Adrián Caetano (que llevó a la pantalla chica la vida del artista que falleció en Mendoza), hoy la dupla de músicos mendocinos debutará con este tributo, que no pretende mostrar una imitación del ídolo, sino que rescata el alma, la pasión y la nostalgia de Sandro en el escenario.
“El éxito de la serie fue pura casualidad porque la idea surgió el año pasado cuando hacíamos el ciclo Los Hombres de Sepia. Ahí me di cuenta de que cuando cantaba las canciones de Sandro y de Leonardo Favio, el público lo sentía, y tenían la necesidad de revivir su obra.
En ese momento, junto con Roly Giménez, tuvimos la idea de armar un tributo a Sandro”, cuenta el cantante y compositor, Gustavo Maturano, sobre la génesis del espectáculo.
El pianista de Sandro
La dupla con Sebastián Giunta no es casualidad. El reconocido pianista mendocino fue durante 25 años (en la década del 80) director musical y arreglador de los shows en vivo y de los discos de Sandro, con el que realizó giras por toda la Argentina y por casi todos los países de América.
“Trabajé 25 años con Sandro. Viajé desde Canadá hasta Ushuaia, Nueva York, Puerto Rico y toda la Argentina. En Puerto Rico y en Chile, Sandro es un ídolo”, subraya el pianista, quien trata de pasar desapercibido para el público que lo pueda reconocer, como uno de los músicos que estuvo al lado del astro.
“Nunca lo digo, porque no me gusta que me reconozcan, soy perfil bajo. De hecho mis vecinos me han dicho: ‘¿Vos sos el mismo que salió en Crónica anoche?’”.
Desde hace 36 años, el pianista mendocino vive en la Capital porteña y forjó una extensa carrera acompañando a grandes artistas como Nacha Guevara, Valeria Lynch, Armando Manzanero, María Marta Serra Lima, Claudia Mores, José Vélez, Octeto Daniel Piazzola, entre otros.
–¿Cómo surgió la propuesta de formar la banda de Sandro?
–Fui convocado para un remplazo en la obra “Sugar”, con Susana Giménez y Ricardo Darín. El baterista y el bajista que estaban en la orquesta, tocaban con Sandro. Me dijeron que necesitaban un pianista con ciertas características. Y así entré y estuve 25 años. Es así, vas a hacer un “bolo” y no sabes dónde va a terminar. Mi participación en la obra surgió por medio de un trombonista compañero de mi hermano (Oscar, reconocido baterista) en la Orquesta Sinfónica del Colón. Él necesitaba un pianista para acompañarlo, entonces mi hermano me recomendó. Y él tocaba en “Sugar”. Por eso cuando buscaban un cambio de pianista en la obra, me llamó a mí.
–¿Cuál es la energía que perciben al tocar el repertorio de Sandro?
–La respuesta de la gente al oír una introducción y saber que viene esa canción es tremenda. Hacés dos notas y saben que suena “Rosa rosa” o
“Tengo”. Lograr eso es de pocos artistas. Es como Los Beatles. Que suenen dos notas o una frase y que el público explote pasa con muy pocos artistas.
Crecer con la música romántica
Para Gustavo Maturano, Sandro no es sólo el ídolo de todos los tiempos; para él significó la gran influencia de la música romántica. Claro, viene de familia, ya que su padre, el cantautor Polo Márquez, tuvo la suerte de que Sandro grabara varias canciones de su autoría, entre ellas el clásico “Quiero llenarme de ti”, que lo llevó a la popularidad en América y el tema “Quiero más de ti”, que el cantante inmortalizó en sus discos “Clásico” (1994) e “Historia viva” (1996).
“Claro que la influencia de la música romántica es directa con el trabajo de mi padre y su experiencia con Sandro. En un comienzo de mi carrera elegí otros géneros, pero como artista yo me muevo por las energías y hoy abordo la canción romántica desde la energía que me imprime”, cuenta Maturano. “Siempre quise cantar canciones de Sandro, aun llevando mi carrera por otro lado. No sabía cómo iba a llegar. Y ahora se cumplió”, concluye.
Entre rosas y canciones
Ese romanticismo, la magia y la nostalgia que supo transmitir Sandro, son parte del espíritu que mueve el espectáculo.
A lo largo de la noche, un guion marcará el pulso con la conducción de la locutora Lila Levinson. “Una muchacha y una guitarra”, “Así”, “Penumbras”, “Yo te amo”, entre tantas canciones, son parte del recorrido, que se completa con el virtuosismo de los músicos mendocinos y algunas anécdotas para descubrir.
–¿Cómo surgió la posibilidad de hacer este espectáculo juntos?
–SG: Viene de la amistad con Polo Márquez, de años. Incluso cuando vivía en Mendoza y estudiaba en la escuela de Música, el Polo me dijo que me fuera a trabajar a Buenos Aires. Y así fue.
–¿Cómo prepararon el espectáculo, en cuanto al repertorio y la puesta?
–GM: Vamos a cantar las canciones más famosas de Sandro, ésas de los tiempos de vinos y rosas. Lila es la tercera del show, que sintetizará ese espíritu que queremos traer al presente. Además habrá una pareja de baile, que imprimirá ese color romántico y emocionante al show. Lo que recalcamos es que este espectáculo no es una imitación a Sandro. Primero, porque faltaría el respeto a mi carrera y también a la obra de suya. Por eso tomamos una obra musical. Eso sí: no es lo mismo cuando contás con el músico que estuvo con Sandro 25 años, pero también estuvo con Roberto Sánchez, o sea, el tipo detrás del ídolo. Ésa es la diferencia. Sebastián fue el músico y el amigo de Roberto Sánchez. Cruzó esa frontera, de un círculo muy reducido.
–¿Se puede decir que sólo falta la prueba ante el público?
–GM: Falta el debut de fuego. Evidentemente Sandro vende, pero en nombre de él se cometen muchos errores. No todo lo que se hace en homenaje a Sandro es bueno. Con esto no quiero decir que nuestro espectáculo sea bueno. Desde ahí pensamos el homenaje a Sandro entendiendo que la gente extraña su música.
La Ficha
TRIBUTO A SANDRO EL MUSICAL Músicos: Gustavo Maturano (voz) y Sebastián Giunta (piano). Conducción: Lila Levinson. Día y hora: hoy, a las 21.30. Lugar: teatro Imperial (Perón y Pescara, Maipú). Entrada: $250, en boletería del teatro, Círculo de Periodistas (9 de Julio 3062, Ciudad) y PIProducciones.com
