Un hombre fue condenado en Salta a la pena de 12 años de prisión efectiva por abusar sexualmente de su hija, de manera continua, entre los 11 y 13 años de la víctima, que recién pudo denunciar la situación al alcanzar la mayoría de edad, según informaron fuentes judiciales.
El juez Ramón Haddad, de la Sala II del Tribunal de Juicio de Metán, condenó al hombre, de 56 años, a cumplir la pena de 12 años de prisión efectiva.
El acusado llegó al juicio imputado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravados por la situación de convivencia preexistente con menor de 18 años, en perjuicio de su hija.
Si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género llamá al 144 las 24 horas.
La causa se originó en mayo de 2018, cuando la víctima, que hoy es mayor de edad, formuló la correspondiente denuncia y relató los hechos ocurridos cuanto ella tenía 11 años y convivía con su padre.
La joven explicó que al principio se trataba de situaciones de tocamientos, y que el padre aprovechaba que la madre salía a trabajar para cometer los abusos en su contra.
Asimismo, reveló que estas situaciones se repitieron y fueron subiendo de tenor en el tiempo, hasta que ella cumplió 13 años, y detalló que los abusos terminaron cuando el acusado fue excluido del hogar por una causa de violencia de género en contra de su pareja.
La menor no comentó con nadie lo que sufrió, ya que, si bien no convivía con su padre, éste amenazaba a su madre con frases como "si la llego a ver (a la menor) con alguien, las mato a las dos" o "no la quiero ver con ningún amigo".
Una vez iniciada la investigación y tras la declaración de la damnificada, el acusado quedó detenido y fue imputado.
El informe psicológico corroboró que la víctima presentaba características propias del Síndrome de Acomodación de Abuso Sexual Infantil, lo que le provocó un estado de angustia profunda, debido a la dolorosa convivencia que mantuvo con su padre, según indicaron los voceros.
El fiscal penal de Joaquín V. González, Gonzalo Gómez Amado, representó al Ministerio Público en el juicio, y durante las audiencias se confirmó la hipótesis de la investigación y se fortaleció la acusación.
En el mismo fallo, Haddad dispuso que al hombre se le extraiga material genético por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
