Un hombre de 43 años se declaró culpable este martes del doble asesinato de una madre y de su hija de dos años, cuyo esqueleto fue hallado en 2015 en una maleta cerca de una autopista en el sur de Australia.
El caso, que conmocionó a la opinión pública australiana, fue durante mucho tiempo un misterio para los investigadores.
Daniel James Holdom reconoció el martes ante la Corte Suprema del estado de Nueva Gales del Sur el doble asesinato en 2008 de Karlie Jade Pearce-Stevenson, de 20 años, y de su hija Khandalyce Kiara Pearce.
El cadáver de la madre fue hallado en 2010 en el bosque de Belanglo, en Nueva Gales del Sur, un lugar conocido en Australia desde que en los años 1990 un asesino en serie enterró los cuerpos de siete mochileros.
Los restos de la niña, nacida en 2006, fueron descubiertos en julio de 2015 en una maleta cerca de una autopista Wynarka, a unos 130 km al sudeste de Adelaida, en el sur del país, y a 1.100 km del lugar del primer descubrimiento.
Dos llamadas a una línea telefónica habilitada por la policía permitieron identificar meses después a la niña, y posteriormente a la madre, gracias a pruebas de ADN.
Las dos víctimas eran originarias de Alice Springs, localidad remota del centro de Australia, a unos 1.700 km al norte de Wynarka y a 2.600 km al noroeste del bosque de Belanglo. La última vez que se las vio fue en una carretera de Australia Meridional en 2008.
Holdom, que mantuvo una breve relación con Pearce-Stevenson, es sospechoso de haberla matado aplastándole la tráquea y haber abandonado su cuerpo en el bosque, según el Daily Telegraph de Sídney que cita documentos judiciales.
La policía afirma que guardó como "trofeo" fotos del cadáver de la mujer.
Holdom también admitió haber matado a la niña pocos días después cuando la llevaba a casa de su abuela, antes de dejar el cadáver en una maleta junto a la autopista.