Un grupo de científicos mendocinos, junto a colegas de Estados Unidos y Brasil, presentaron un estudio donde dan a conocer a todo el mundo una nueva familia de dinosaurios denominada 'Colossosauria' a través de la cual agrupan a los vertebrados más grandes que habitaron el planeta.
La nueva categoría fue desarrollada por un grupo de especialistas pertenecientes al Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCUYO, quienes trabajaron bajo la coordinación del doctor Bernardo González Riga, docente investigador y director del museo. El descubrimiento del nuevo linaje permite la agrupación de varias especies halladas en distintas partes del mundo y sobre todo a los cuatro colosos argentinos: Notocolossus, Patagotitan, Argentinosaurus y Puertasaurus.
El trabajo científico fue publicado en julio de este año en la prestigiosa revista Annais da Academia Brasileira de Ciencias. En ella se da cuenta que a través de diversos análisis anatómicos comparativos de restos fósiles, más el empleo de un software -llamado programa TNT- se pudo procesar cientos de datos para obtener hipótesis filogenéticas de parentesco en forma de 'árboles' basados en caracteres compartidos.
Consultado por Los Andes sobre la importancia de la nueva clasificación, Bernardo Gonzalez Riga explicó que la diferencia entre descubrir una especie y una familia: "Hay dos tipos de hallazgos; uno puede ser localizar restos y el otro es tomar esos restos y realizar en ellos análisis anatómicos muy detallados. Esto es lo que ocurrió con más de 400 fósiles de titanosaurios, cuyas características fueron procesadas por un software que permitió llegar a la conclusión de que estábamos ante una nueva familia a la que se la llamó Colossosaurios".
Así mismo el científico destacó que el avance en el conocimiento de una nueva familia "tiene más impacto que descubrir una especie, porque posibilita agrupar a varios tipos. Esta categorización agrupa ahora a los más grandes del mundo. El aporte radica en sintetizar el conocimiento anatómico que se tiene de los saurópodos titanosaurios, haciendo especial énfasis en su estudio filogenético, es decir en los parentescos".
Una familia que desafió los conocimientos previos
La familia Colossosauria supuso una serie de rupturas en conocimientos previos y desarrollar nuevos modelos que pudieran explicar y concentrar a varias especies dispersas en el mundo.
González Riga detalló en este sentido uno de las características principales entre los integrantes de la nueva categoría estuvo dada por la anatomía ósea: "Son animales cuyos cuellos estaban entre 10 y 12 metros de largo y presentaban cabezas pequeña. Además tenían un saco aéreo para respirar y su metabolismo era más rápido, como el de las aves, y no tanto como reptiles"
"Su reproducción estaba dada mediante huevos y tenían un metabolismo elevado, además de que su tasa de crecimiento era rapidísima. Todos ellos eran herbívoros y sus dientes estaban adaptados para tomar los alimentos y arrastrarlos hacia su interior sin ser masticados. En este sentido sus masas corporales máximas tuvieron entre 50 a 70 toneladas", destacó.
El científico puntualizó que en el cretácico superior -hace 86 millones de años- se produjo un desarrollo favorable de estas especies gigantes, sobre todo en el sur de Mendoza y en la región patagónica debido a las condiciones medioambientales: "En esa época aún no se había levantado la cordillera de Los Andes y solo había un arco volcánico. Existía un sistema de ríos en el sur provincial y en Patagonia favorable, sumado a que las condiciones climáticas eran más cálidas y homogéneas de lo que son hoy. Por ejemplo el clima templado se extendida hasta la Antártida, donde había bosques y dinosaurios".
Su extinción
González Riga señaló que "hace 66 millones de años los dinosaurios habían disminuido en casi todas las regiones del mundo. En Argentina el mar del Atlántico cubría la Patagonia y el sur de Mendoza, aunque con poca profundidad. Se sabe que a fines del cretácico hubo cambios ambientales importantes que contribuyeron a la desaparición de estos animales: el clima se hizo más estacional y la caída del meteorito pudo causar un impacto global entre otras cosas por el oscurecimiento del cielo, la disminución de la fotosíntesis y la repercusión en la cadena trófica.
El resto del equipo que participó de la investigación estuvo compuesto por paleontólogos de distintos países: el Dr. Matthew Lammana (Curador del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh, Estados Unidos), el Dr. Leonardo Ortiz David (CONICET, Profesor de la FCEN y Coordinador General del mencionado Laboratorio y Museo de Dinosaurios), el Dr. Alejandro Otero (Investigador de CONICET, Museo de la Plata, Buenos Aires), el Dr. Lucio Ibiricu (Investigador del CONICET-CENPAT, Puerto Madryn) y el Dr. Alexander Kellner (Director del Museo Nacional, Rio de Janeiro, Brasil).