Un grupo comando integrado por seis delincuentes copó ayer, en un pueblo santafesino ubicado entre la capital provincial y Rosario, la comisaría, las sucursales del Nuevo Banco de Santa Fe y del Correo Argentino, la comuna y el despacho del juez comunitario, para alzarse con un botín de unos 270 mil pesos.
Después del insólito atraco masivo hubo una persecución policial, a raíz de la cual un ladrón murió en un tiroteo con los agentes y otro resultó herido al volcar el auto en el que escapaban.
Todo empezó alrededor de las 9.30 en la localidad de Bernardo de Irigoyen, 97 kilómetros al noroeste de Rosario, cuando los malvivientes sorprendieron y redujeron a los guardias de la seccional policial, encerrándolos en los calabozos junto al comisario.
Luego, otro grupo se dirigió a la sede comunal, donde golpeó en la cabeza con un culatazo al titular de la intendencia, Jorge Carcavilla.
De inmediato, tras amenazar a la tesorera, los ladrones se apoderaron de unos 80 mil pesos.
También en la sucursal bancaria sustrajeron unos 180 mil pesos y terminaron el raid delictivo en el Correo.
Pero allí no pudieron robar el dinero del pago de las jubilaciones, estimado en un millón de pesos, porque no había llegado el camión de caudales.
Momentos después, cuando se fugaron en dos vehículos, comenzó la persecución policial. Al ingresar a la ruta nacional 11, en el kilómetro 419, en proximidades de la ciudad de Coronda, uno de los autos en el que viajaban dos ladrones volcó: los dos resultaron heridos, uno por el tiroteo con la Policía y el otro a raíz de los golpes provocados por el accidente.
El baleado fue llevado al hospital "José María Cullen", de la ciudad de Santa Fe, y murió poco después.
