Una gran parada. Un desafío máximo. Es lo que tiene por delante Gabriel Heinze al frente del Tomba.
El entrerriano debutará como técnico en Primera División y con un equipo que no está haciendo una buena campaña, muy lejos de los puestos de arriba. Se sentará como conductor en el banco de suplentes, por primera vez en su carrera, tras una extensa y exitosa trayectoria como futbolista.
Retirado hace poco de las canchas, no pasó mucho tiempo hasta que le llegó la chance de ponerse el buzo y pararse del otro lado de la línea.
El Gringo deberá acomodarse a un elenco sin nombres rutilantes y de jerarquía, y que empieza de cero el proceso futbolístico hasta fin de año, luego de la traumática salida de Daniel Oldrá.
Al Gato le costó encontrar la identidad al Expreso, y sólo en el final mostró algunas señales positivas.
No será fácil la tarea para el ex hombre de Newell's, teniendo en cuenta que el plantel es corto y muchas de las individualidades no lograron despegar.
Seguramente ya habrá pasado los apellidos que pretende como refuerzos.
Heinze se mantuvo durante bastante tiempo en la elite como jugador- con dos mundiales encima- y contó con técnicos muy exitosos. Ahora el toca a él asumir el compromiso y no hay dudas que tiene mucho por hacer.