Los incendios son accidentes muy habituales en tiempos de frío. Ya sea a causa de estufas, braceros o incluso fogatas, la desesperación por calentarse el cuerpo lleva a realizar actos extremos.
Un gato que trataba de calentarse cerca de la hornalla de la cocina terminó incendiado una casa en Santa Fe. Según informó el diario local La Capital, mientras tomaba calor se le prendieron fuego los pelos de la cola.
Asustado, el animal salió corriendo de la habitación y buscó refugio debajo de una de las camas. Sin embargo, su cola aún estaba en llamas. El fuego se expandió rápidamente y la casa comenzó a incendiarse.
Momentos después, los bomberos arribaron al lugar y sofocaron el fuego. Si bien no hubo que lamentar grandes pérdidas materiales ni heridos, tras el siniestro no se sabía nada del animal.