Un ganadero habría gestionado la entrega de Guido Carlotto

Militares le habrían entregado el bebé de Laura y él se los dio a los padres adoptivos en Colonia San Miguel, en la provincia de Buenos Aires.

Un ganadero habría gestionado la entrega de Guido Carlotto
Un ganadero habría gestionado la entrega de Guido Carlotto

En Colonia San Miguel, el pueblo más cercano al campo donde Guido Montoya Carlotto se crió como Ignacio Hurban, el rumor se escuchaba sin eufemismos desde las primeras horas de ayer.

Francisco Aguilar, propietario del establecimiento rural donde Clemente y Juana Hurban viven y ejercían como caseros, podría haber sido el intermediario que entregó al hijo de Laura Carlotto al matrimonio.

La muerte del estanciero, en marzo pasado, no disipa las versiones y por el contrario las multiplica. La repetían, entre otros, funcionarios, vecinos, y activistas de Derechos Humanos de Olavarría.

La viuda del ganadero, Susana Clara Mozotegui, se desentendió de los rumores. “¡No sé nada de eso y mi marido no está!”, gritó al escuchar por teléfono la consulta.

Asociaciones de Derechos Humanos de la zona confirmaron que la presunta responsabilidad de Aguilar en la entrega Guido a sus padres de crianza es por ahora la única hipótesis que se maneja.

Consignan, también, su cercanía con militares durante la dictadura, alimentado por su pertenencia a la Sociedad Rural. Algunos activistas aseguran que la conexión entre La Plata -donde funcionaba el centro clandestino La Cacha, donde Laura Carlotto estaba secuestrada- y Olavarría, probaría la responsabilidad de Aguilar, puesto que estarían implicadas personas de su círculo íntimo.

Ese camino empezará a recorrerse el 22 de septiembre, cuando comience el juicio por los crímenes cometidos en Monte Peloni, el centro de clandestino de tortura que funcionó en las proximidades de Olavarría.

Aguilar fue además vicepresidente de Estudiantes de Olavarría y titular del Consejo de Promoción Agropecuaria del INTA de Balcarce. También era integrante de la sociedad de la cantera Cerro del Águila, una de las más importantes de la zona.

En el campo en el que vivían los Hurban y creció Ignacio también se extraía piedra caliza. El empresario estaba jubilado pero presidía hasta la fecha de su muerte dos emprendimientos familiares: Aguilares SA, para la explotación ganadera, y el Club de Equitación, que hoy preside uno de sus dos hijos, Jerónimo Aguilar.

El diario local El Popular insistió con la versión que asegura que “el disparador para que Guido llegara hasta Abuelas queriendo conocer su identidad habría tenido que ver con el comentario o la confesión que le habría hecho alguien muy cercano, relacionado supuestamente con el dueño del campo”.

Controversia entre la titular de las Abuelas y Servini

La jueza María Servini de Cubría escuchará la próxima semana en declaración testimonial al nieto recuperado de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Ayer, el abogado de la entidad, Alan Iud, sin saber que ya había sido fijada la fecha de la audiencia, le pidió “que de momento no sea citado a prestar declaración testimonial”.

Claudia Carlotto, hija de la titular de Abuelas y al frente de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), cuestionó a la jueza por haber difundido datos del nieto tres horas después de haberle notificado personalmente de su hallazgo por la confirmación de las pruebas genéticas.

“Le hicieron un reportaje y dijo el nombre, el apellido. Es una locura, una falta de respeto total. Mi mamá está furiosa”, expresó Claudia Carlotto a Radio Del Plata.

En realidad, Servini dijo de manera inexacta el apellido con el que fue inscripto el nieto de Carlotto aunque reveló que vivía en Olavarría.

“Ignacio Huber, o algo así”, respondió la jueza cuando por Radio del Plata le habían preguntado con qué identidad vivió hasta la actualidad el nieto de Carlotto.

Lo cierto es que por las redes sociales y portales de noticias circuló luego ese nombre incorrecto, pero después fue corregido.

El abogado pidió a la jueza “que se adopten y extremen las debidas medidas de resguardo de la privacidad que la sensibilidad del tema amerita”.

Y le recordó que el Código Procesal “obliga a las autoridades competentes a brindar ‘un trato respetuoso y digno’ a las víctimas y a proteger ‘su integridad física y moral, inclusive la de su familia’”.

El tema es que quienes aparecen aún como padres del nieto de Carlotto figurarán a partir de ahora como imputados y, tarde o temprano, serán llamados a prestar declaración indagatoria y hasta pueden ser procesados.

Fuentes judiciales explicaron que primero se escucha a la víctima para que diga qué sabe sobre el delito que se investiga.

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