Un final ardoroso - Por José Luis Toso

Con cornejo a la cabeza, los precandidatos mendocinos protagonizaron en la última semana de campaña una picante puja mediática.

Un final ardoroso - Por José Luis Toso
Un final ardoroso - Por José Luis Toso

El cierre de la campaña fue realmente tenso y agravó la situación la reacción que tuvo el Gobierno, con Alfredo Cornejo a la cabeza, ante el polémico criterio del juez Martearena sobre las condenas perpetuas luego del veredicto del jurado en un juicio a tres acusados de asesinato. El denominado garantismo judicial y todo recurso que facilite la moderación de penas a quienes han delinquido son motivos más que suficientes para que el titular del Ejecutivo saque a relucir su impronta a favor de una exigente y pronta administración de justicia. Y más aún en cuanto a la firmeza en políticas de seguridad.

Previamente al caso puntual del juez Martearena, el módico cierre que dispusieron los distintos frentes contrastó con las opiniones de los protagonistas de la jornada electoral de hoy en la provincia. Fue, justamente, Cornejo el que abrió la tendencia belicosa al cuestionar la idoneidad política de la aspirante a la Gobernación por el kirchnerismo, Anabel Fernández Sagasti. Esta postura del oficialismo formó parte de la estrategia definida para provincializar la campaña hacia estas PASO nacionales con la finalidad de seguir plebiscitando la gestión provincial de Cambia Mendoza, que ya comenzó con las primarias provinciales de junio y que tendrá su instancia culminante el domingo 29 de setiembre.

En cambio, al justicialismo poco y nada le importó sumarse a esa pelea nacional porque, justamente, los precandidatos del Frente de Todos en Mendoza en todo momento se referenciaron en la fórmula presidencial, Alberto Fernández-Cristina Kirchner, relegando su propia participación y la emisión de propuestas concretas para su pretendida función legislativa. El apoyo presencial que en todo momento dio Anabel Fernández Sagasti a sus precandidatos nacionales obedeció a la necesidad del kirchnerismo local de terminar de imponer a la joven senadora  como firme postulante a suceder a Cornejo en la provincia, con más razón en virtud de la cercanía partidaria y afectiva que tiene la inquieta dirigente con su jefa política, Cristina Fernández.

En cuanto al oficialismo provincial, juega una partida más que trascendente en esta oportunidad. La misión de la lista de precandidatos a diputados nacionales encabezada por Cornejo fue la de consolidarse en base a la gestión de gobierno provincial. Y a medida que las encuestas fueron marcando una mejora en la imagen e intención de voto de Macri en esta provincia, salir a apuntalar lo realizado desde la Casa Rosada y a plegarse paulatinamente al discurso distintivo del macrismo: las opciones pasan por volver al pasado o apostar al futuro con la continuidad de Cambiemos, ahora llamado Juntos por el Cambio.

Nada hace pensar en el oficialismo local en la posibilidad de una mala elección en la jornada de hoy. Pero sí se toman con respeto sondeos que han venido reflejando la posibilidad de un buen resultado para la fórmula presidencial kirchnerista en esta provincia. No obstante ello, en el cornejismo estiman que están dadas las condiciones para que la lista que encabeza el Gobernador pueda obtener claramente, incluso, un puñado de votos más que la fórmula Macri-Pichetto. Esto serviría al radicalismo para ratificar liderazgos en este terruño y también, cómo no, por parte de Cornejo como vigente referente nacional de la UCR. Ese sería el escenario ideal para las huestes cornejistas.

Por el contrario, la posibilidad de un segundo puesto detrás del Frente de Todos significaría una derrota que, por tratarse sólo de uan elección primaria, generaría un tremendo malhumor en el cuartel oficialista y obligaría a replanteos estratégicos trascendentes pensando en la crucial elección de fines de setiembre, cuando se ponga a votación la sucesión del Gobernador.

Nuevamente entra en consideración el riesgoso escenario que se planteó a partir del desdoblamiento fijado para Mendoza, con convocatorias a las urnas intercaladas con elecciones nacionales en las que puede incidir negativamente la caída de la imagen presidencial. Por ello hubo un interrogante que nunca dejó de acechar a Cornejo y los suyos: ¿puede más la incidencia de la gestión local o los tropiezos económicos que debilitaron la imagen de la administración macrista?

Volviendo al justicialismo, hay una especial expectativa con respecto a lo que puedan influir  hoy referentes departamentales que salieron airosos en las primarias de junio y que intentarán recuperar en setiembre departamentos que ahora conduce con ordenadas gestiones el radicalismo.

Están los ejemplos claros de Las Heras y Guaymallén. El primero ha sido, como la provincia de Buenos Aires en el concierto nacional, un reducto muy fuerte del peronismo, que lo condujo durante casi tres décadas hasta que apareció la figura del médico Orozco y todo cambió. En cuanto a Guaymallén, Marcelino Iglesias captó el voto mayoritario por la recuperación de un departamento que había quedado maltrecho tras la gestión de Lobos. Son otros ejemplos de cómo el desempeño de intendentes puede incidir en el ánimo de votantes que están llamados a dirimir entre aspirantes a cargos nacionales, como ocurrirá hoy.

Los otros dos sectores locales que presentan precandidatos a postulantes presidenciales llegan con sus expectativas a esta elección primaria más allá de que a priori se encuentran muy lejos de los sectores que polarizaron de punta a punta el territorio argentino en el actual proceso electoral.

Tanto Protectora, que con Marcelo Romano como cabeza de lista adhiere a la fórmula presidencial de Lavagna y Urtubey, como el Frente de Izquierda, en línea desde la lista que lidera Lautaro Jiménez con su propio referente nacional Nicolás Del Caño, completan el cuarteto partidario que presenta precandidatos locales para ocupar bancas nacionlaes. La legislación electoral  les exige obtener como mínimo el 1,5 % de los votos válidamente emitidos para poder pasar a la siguiente ronda, es decir, la elección presidencial y legislativa de octubre. Es muy probable que ambos sectores, Protectora y el FIT, alcancen esos niveles y deban concentrarse en la próxima parada electoral. La izquierda sabe que una posible merma de votos con respecto a convocatorias anteriores se deba a una dispersión hacia el kirchnerismo. En cambio, la agrupación referenciada en Ramón y Vadillo tiene la necesidad de consolidar su espacio en la provincia y  acercarse a los importantes porcentajes de las legislativas de 2017.

Será cuestión de que los   candidatos esperen los resultados para barajar y dar de nuevo o ratificar estrategias. Por muchas razones estas PASO nacionales han pasado a ser, tanto a nivel nacional como local, como ese partido amistoso previo a la competencia principal que sirve para sacar conclusiones con respecto al rival. Aunque en general, esta campaña muy poco tuvo de amistosa.

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