Un festival que no es medida

En lo que fue el único partido de preparación rumbo a la Copa América, Argentina demostró parte de su poderío ante un débil Bolivia, al que vapuleó 5-0. Los goles: Agüero (3) y Di María (2).

Un festival que no es medida
Un festival que no es medida

El ensayo para el gran acto salió perfecto. Todos los actores lucieron, todos los movimientos salieron bien coordinados, el equipo mostró la idea que plantea su DT y el resultado fue una lógica consecuencia de lo hecho en el juego. Fue aplastante el dominio de Argentina ante Bolivia.

Con un Agüero enchufadísimo y picante en los metros finales, con un gran trabajo de Di María y buenas apariciones de Pastore y Banega, la Selección llega a la Copa América con un buen envión.

Al minuto de juego, Argentina estuvo a un centímetro del 1-0. Cortó Gago con presión alta en campo ajeno, pasó por Pastore, trasladó Di María, que cedió a la derecha para Lavezzi y el Pocho, de primera, metió un pase genial a Agüero de cara al gol. Derechazo seco, cruzado, que se estrelló contra el palo.

La Selección siguió asfixiando y todo ocurría cerca del área de Bolivia. A los 6’, lo tuvo Di María. De izquierda a derecha, controló, enganchó ante el marcador y sacó un remate con su pierna menos hábil que sacó Quiñónez al córner. A los 11’ otra vez Agüero con una mediavuelta de zurda que salió ancha tras una buena jugada colectiva.

El equipo de Martino jugó con el molde que usará en Chile y con la mayoría de los que serán titulares. Obvio, que a este equipo titular les faltan Messi, Mascherano y quizá Tevez, ausentes por la final de la Champions.

Pero serán cuatro atrás, con Zabaleta en lugar de Roncaglia, Garay, Otamendi en la zaga y Rojo por izquierda. En el medio fue Gago el más retrasado, con Banega a su derecha y Pastore, más suelto, flotando a su izquierda. Arriba, Lavezzi-Agüero-Di María.

Ante un rival muy débil, el juego argentino lució fluido pese a las pocas prácticas que compartieron los futbolistas en Ezeiza. No paró de atacar. Lavezzi lo tuvo dos veces: primero de cabeza y después con un derechazo que le salió mordido.

A los 20’, la Selección había acumulado media docena de situaciones claras y llegaron los goles. Un zurdazo seco y cruzado de Di María sirvió para destrabar el cero. Después fue el Kun Agüero, de penal, el que estiró la cuenta. Y otra vez el delantero del Manchester City, tras un buen centro desde la derecha, anticipó a toda la defensa boliviana y tocó al gol.

Y siguió el dominio absoluto de la Selección. A su antojo llegaba a las narices de la defensa boliviana. Agüero armó un golazo, con gambeta y definición perfecta de zurda, que lo deja como el número puesto para arrancar como centroatacante en la Copa América. Ese puesto que le faltaba a Martino, con la actuación del Kun, parece tener dueño.

Si hasta le cedió el penal a Di María, para equiparar un poco el cartel de figura, y Angelito metió el 5-0 desde los doce pasos.

Pudo haber más goles. Entró Gonzalo Higuaín y buscó el suyo pero la historia ya estaba escrita desde el minuto uno. A una semana del debut en la Copa América, la Argentina armó un festival: ante un rival que no fue medida, es cierto, pero con una idea ofensiva y varias actuaciones individuales que lo hacen empezar a soñar con un buen andar en el vecino país de Chile.

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