Un femicida se declaró culpable y le dieron perpetua

En un hecho inédito desde que existe la ley de femicidio, un hombre aceptó haber disparado contra su ex pareja y fue condenado a prisión perpetua. Las razones.

Un femicida se declaró culpable y le dieron perpetua

Antonio Mayorga Jofré (42), fue condenado a prisión perpetua por la Cuarta Cámara del Crimen por el asesinato de su pareja, Rosa Edith Pérez González (33), crimen ocurrido en Lavalle en febrero pasado. 

Lo llamativo del caso es que el mismo Mayorga pese a la opinión en contra de su abogado, no quiso que se realizara un juicio oral y público que iba a realizarse la semana pasada durante dos días y prefirió someterse a un juicio abreviado.

Esta modalidad se aplica en casos en que el defensor busca una pena baja para su cliente y el fiscal no está seguro de tener los elementos necesarios para una condena y, además, representa para el Estado un ahorro de recursos.

Pero en este caso, como la única pena para el femicidio es la prisión perpetua, no se llegó a ningún acuerdo en pena. Mayorga aceptó su culpabilidad y recibió la pena máxima que admite la ley argentina. De esta forma quedo rubricado en el pedido que hicieron a los jueces el fiscal de Cámara Gonzalo Nazar y el defensor del imputado.

Según trascendió, el hombre  no quiso someterse a un debate oral y público porque no quería escuchar a los testigos -familiares de la víctima y amigos- revivir el crimen que él había cometido en febrero pasado.

Un disparo en el pecho

Rosa Pérez murió el 17 de febrero pasado, luego de recibir un disparo en el pecho de un arma calibre 22.

El hecho ocurrió en la siesta, en una vivienda de la calle Moyano sin número de Gustavo André, Lavalle.

Rosa estaba sola, pues sus hermanos y sus primos con quienes vivía estaban trabajando.

Ella misma estaba por retornar a su trabajo, en un supermercado cercano, cuando golpearon la puerta. Era Mayorga.

Rosa había estado en pareja con Mayorga durante los últimos diez años pero recientemente se había separado.

Ella lo hizo pasar y mantuvieron una charla que habría mutado a una discusión.

El hombre sacó un revolver calibre 22 corto y le disparó. El disparo le dio en el pecho. Luego se marchó.

La primera en auxiliar a Rosa fue una enfermera que vive al lado de su casa y que oyó la detonación.

Mientras eso sucedía, Mayorga iba de camino a la comisaría departamental. Desde su celular, el hombre llamó a una amiga de su ex pareja y le contó lo que había pasado. Le dijo que le había dado un tiro y que Rosa estaba sola en su casa. Cuando cortó, esta mujer llamó a uno de los hermanos de la víctima, que llegó rápidamente a la propiedad.

Allí se encontró con la enfermera y con Rosa, a la que subieron a un auto y llevaron a un centro de salud, donde llegó sin vida. Con ellos, también llevaron el arma de fuego, que entregaron en la guardia policial.

Ante la policía Mayorga aseguró ser el autor del crimen y quedó detenido.

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